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Las ideas de la nobel Esther Duflo supere la crisis económica en Latam

La premio Nobel de Economía habla en exclusiva con Forbes sobre qué medidas deberían implementar países de la región para superar la pandemia.

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La economista francesa Esther Duflo, quien en 2019 se convirtió en la segunda mujer en recibir el Nobel de Economía y en la más joven en obtener el premio a sus 46 años -galardonada junto a Abhijit Banerjee y Michael Kremer por su enfoque experimental para aliviar la pobreza global- habla en exclusiva con Forbes sobre las políticas que deberían ponerse en práctica en países de la región para combatir la pobreza, la informalidad y mejorar la equidad laboral, entre otros temas cruciales que impactarán la anhelada recuperación.

La pandemia del coronavirus puso a prueba literalmente a todo el mundo: los hacedores de política pública, los gobiernos y otros expertos que no la han tenido fácil para tratar de sacar a sus países de una profunda crisis, la peor en casi 100 años. Aunque no existen fórmulas mágicas ni balas de plata, como ella misma lo dice, esta es la visión de Duflo frente a la coyuntura actual y sus ideas para evitar un desastre económico y social peor.

La pandemia ha retrasado la lucha contra la pobreza en el mundo. ¿Qué le diría a los responsables de políticas públicas para reducir la pobreza? ¿Hay una receta?

No, por lo general no hay una receta para lo que decimos sobre la pobreza, no hay una fórmula mágica. Dada la situación postpandemia lo primero que hay que hacer es reclamar por la salud de la gente y recuperar la economía. Así, el esfuerzo de vacunación es un pilar importante. Otro pilar es permitirle a la gente la opción de consumir, apoyar el sustento de los más pobres a través de programas de transferencia de dinero promovidos por los estados. También hay que asegurarse de que las empresas no se derrumben por completo. Creo que con esos tres elementos puede haber maneras de hacerle frente a la pobreza.

También está el pilar de la educación, que es esencial. En muchos países en desarrollo o mercados emergentes donde las escuelas han permanecido cerradas durante mucho tiempo, reabrirlas es una completa urgencia. Una vez esto pase hay que tener cuidado con los niños que están regresando a la escuela porque lo están haciendo con experiencias muy diferentes, por lo tanto, no se puede esperar que todos estén en el mismo nivel.

¿Cuál es el papel de la mujer en la recuperación económica? Las mujeres han vuelto a casa para cuidar a sus hijos, ¿cómo reducir la brecha de género?

Creo que, en todo el mundo, desde los países más pobres hasta los más ricos, las mujeres son realmente las que soportan la peor parte de la pandemia. Han sido ellas las que regresan a casa para cuidar de los niños que no están en la escuela y han abandonado sus carreras o intentado combinar sus carreras con el cuidado del hogar,

Lo que podría tener consecuencias a largo plazo. Creo que es esencial que las mujeres puedan volver al mercado laboral y, de nuevo, para eso es muy importante tener escuelas y lugares de cuidado. Si hay algo que hemos aprendido de esta pandemia es cómo no se puede tener igualdad entre hombres y mujeres si no tienes lugares de cuidado operando. Así que eso va a ser una primera cosa.

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La segunda es que muchos países, en particular los latinos, tienen un poco de cultura machista. Las mujeres deben ser contratadas porque en muchos casos son el sustento de la familia. Esto es algo de lo que las empresas necesitan asegurarse, volver a contratar a mujeres tanto como a los hombres al tiempo que la economía y la actividad se levantan.

En su libro ‘Repensar la pobreza’ se habla por qué, en general, los pobres no se suman a las campañas de vacunación. ¿Qué tipo de acciones recomendaría a países para que tengan éxito en la campaña de vacunación contra el covid incluyendo esta parte de la población?

Es una de las preguntas del millón que todos los países tendrán que afrontar. Es algo que vemos en los países pobres, ricos y de ingresos medios. Es un problema compartido. Ahora que tenemos la vacuna, parte de los desafíos son logísticos, de llevarlas a los pueblos, pero en el futuro tendremos vacunas más fáciles de administrar que las actuales, las cuales requieren cadenas muy frías y la dificultad será más conductual, cómo hacer que la gente se vacune.

El problema de las enfermedades de la infancia es que las personas no son plenamente conscientes de su importancia. No se dan cuenta de lo crítico que es vacunar a sus hijos contra el sarampión, la polio o el tétano. No ven la urgencia de eso. Pero hoy estamos en un momento en el que todos entienden la urgencia de la crisis covid. Creo que podemos aprovechar eso y enfatizarlo con el fin de que actúen mientras el tema está tan presente en la mente de la gente.

Hay algunas personas que podrían ser reacias. Algunos pueden pensar en alguna teoría de la conspiración o sienten desconfianza del Gobierno. La mejor manera es impulsar dentro de las comunidades a las personas que son de confianza e involucrarlas para convertirlas en embajadoras de la inmunización. Hemos visto casos exitosos en India, donde es clave tener un portavoz de la inmunización. Eso podría ser súper eficaz.

Tenemos una economía basada en la informalidad, cómo llevar a esos empresarios a la formalidad, ¿cuáles son las claves para hacerlo?

Es una gran pregunta y ojalá tuviera la respuesta. Esto es algo en lo que muchos economistas han trabajo intentando dar a la gente incentivos para que se conviertan en formales, algo de lo que uno se dio cuenta de su importancia aún más en la crisis porque era difícil identificar quién necesitaba ayuda y cómo ayudarlos si no tienen ninguna existencia legal. El desincentivo en contra es que una vez eres formal, tienes que pagar por los impuestos para tu trabajador, pensión y seguro de salud, lo cual aumenta el costo de vida a las personas, por eso son un poco reacios a hacerlo.

Ha habido muchos esfuerzos para tener unidades de registro para las pequeñas empresas en general y estos no tienen un impacto muy grande. Creo que lo que crea la dificultad es la brecha entre el costo de la mano de obra de los trabajadores informales y formales. La mejor manera de reducir la informalidad sería disminuir esta brecha, asegurándose de que, para un empleador, en particular para un pequeño empleador, que emplea a alguien con poca cualificación no termine siendo más costoso hacer esto formalmente que informalmente.

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Por lo tanto, si no son los propios negocios los que están pagando estos impuestos, entonces tiene que venir de otro lugar en el sistema tributario. Es necesario que haya solidaridad del empleador más grande que en cierto sentido va a subvencionar el estatus anterior del pequeño empleador. Pero vale la pena porque la economía más formal está más equipada para hacer frente a crisis como la que se ha experimentado con el covid, por ejemplo.

Sobre las lecciones que la pandemia ha dejado a los países, ¿qué cosas no deberían repetirse en el futuro?

Hay muchas lecciones que la pandemia nos ha dejado. Una es que creo que tenemos que escuchar la terrible predicción de los científicos, que a veces tienen razón. Creo que la gente es muy reacia a escuchar a quienes nos dicen malas noticias. Por lo tanto, algo así como una pandemia de ese tipo se predijo que iba a suceder en algún momento u otro y los países, que tuvieron que estar preparados para ello, no creyeron. Creo que lo próximo catastrófico está relacionado con el cambio climático. El error de no repetir es ignorarlo, todavía podemos hacer algo para contrarrestarlo y deberíamos actuar.

Por Andrés Garibello y Valerie Cifuentes
Forbes

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