Chile es el segundo productor mundial de salmón después de Noruega y el año pasado las exportaciones del país totalizaron 4.382 millones de dólares.

Las autoridades chilenas retiraron este lunes 5.595 toneladas de salmones muertos a causa del crecimiento de una marea de algas nocivas, un fenómeno que expertos califican de “catástrofe ambiental” y achacan tanto al cambio climático como a la “salmonicultura irresponsable”.

La floración de microalgas, que dejan sin oxígeno a los peces, afecta desde hace semanas a las sureñas regiones de Aysén y Los Lagos, dos zonas que lideran la producción nacional de salmón y aúnan el 88% de la cosecha total del país.

En menos de una semana, se perdieron 3.076 toneladas de salmón en Los Lagos, lo que equivale al 11,8 % de la biomasa activa, y 2.519 toneladas en Aysén, reveló el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).

De las 5.595 toneladas de peces muertos se retiraron alrededor del 95% y fueron trasladados en embarcaciones y camiones hasta plantas reductoras para evitar daño ambiental, agregó Sernapesca.

Este fenómeno llevó a casi una veintena de centros de cultivo a poner en marcha planes de acción ante mortalidades masivas y afectó la producción de varias de las grandes salmoneras que operan en el país.

La bióloga chileno-alemana Vreni Häussermann explicó que la mortalidad de los peces se debe a la floración de algas nocivas, que se produce cuando un aumento de nutrientes en el agua provoca un estado de eutrofización que deja sin oxígeno a la fauna y la flora marina.

Según los expertos, esta situación está relacionada con factores climáticos como el aumento de la radiación solar o la escasez de lluvias, pero en gran medida está provocado por los vertidos de las empresas salmoneras que caen al fondo marino y dejan sin oxígeno toda la columna de agua, denunció la experta.

“Estamos en un momento de catástrofe ambiental, es una situación dramática y lo peor todavía está por venir”, alertó Häussermann, directora del Centro Científico Huinay de la Patagonia.

Desde Greenpeace Chile alertaron sobre el impacto que tiene el fenómeno sobre el ecosistema y la biodiversidad de la zona, que amenaza a peces, corales y otras algas.

“Esto es un delito y se tiene que investigar. No puede ser que salmoneras estén sistemáticamente contaminando nuestro mar”, aseveró Estefanía González, portavoz de Greenpeace.

En tanto, desde el Consejo del Salmón, asociación gremial que agrupa a cuatro grandes salmoneras, sostienen que las floraciones de algas nocivas son provocadas por el cambio climático y son un tema “de preocupación permanentemente” que les ha llevado a emprender “acciones preventivas a través de sistemas de oxigenación”.

Chile es el segundo productor mundial de salmón después de Noruega y el año pasado las exportaciones del país totalizaron 4.382 millones de dólares, con una caída de un 14,6% respecto al año previo, de acuerdo con datos del Consejo del Salmón.

EFE