¿Existe una relación causal entre participar de una aceleradora y el mayor rendimiento emprendedor? Michael Leatherbee desvela las aportaciones del modelo de aceleración.

Las aceleradoras de negocio son una forma institucional cada vez más importante en los ecosistemas de emprendimiento. Desde que debutó la primera en 2005, han surgido miles en todo el mundo. Estos programas de duración determinada ofrecen a las startups una combinación de dinero, espacio de oficina compartido y formación empresarial.

Las aceleradoras se distinguen de otras entidades de capital semilla por su fuerte énfasis en la formación de capacidades de gestión, ya que proporcionan “capital emprendedor” a los participantes. Ante los importantes recursos públicos y privados que se destinan a ellas, es fundamental determinar si existe una relación causal entre participar de una aceleradora y el mayor rendimiento emprendedor.

La cuestión de si las aceleradoras influyen en el rendimiento de las nuevas empresas es importante y tiene implicancias teóricas y prácticas. De acuerdo con un estudio que realizamos la Universidad Católica con el London School of Economics, la formación de capacidades de las aceleradoras produce un aumento de tres veces en la cantidad de capital recaudado por los emprendimientos, duplicando el número de empleos creados.

El modelo de aceleración que incluye formación y una competencia al final es particularmente valiosa, ya que aumenta la productividad y brinda certificación. El crecimiento de la productividad se produce mediante la adquisición de nuevos conocimientos, el acceso a redes sociales valiosas, y el aumento de la autoeficacia de los fundadores. En ausencia de las aceleradoras, es difícil que las startups consigan estos aumentos de productividad, debido a fricciones del mercado, como la falta de conocimiento acerca del valor de participar en un programa de formación de capital emprendedor.

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Por ejemplo, las aceleradoras pueden proporcionar capital emprendedor a través del aprendizaje experimental, un tipo de aprendizaje que no suele encontrarse en los programas educativos tradicionales. De hecho, el método Lean Startup se basa en el principio de aplicar el método científico al emprendimiento.

Si bien no encontramos diferencias en las medias de los grupos de tratamiento y control en cuanto al efecto de los servicios básicos capital y espacio de coworking sobre el desempeño de las startups, sí observamos que la varianza del desempeño del grupo de tratamiento era mayor que la del grupo de control. Es decir, participar en una aceleradora pareciera aumentar el valor del éxito y también la velocidad del fracaso. Esto es muy bueno, ya que ayuda a los emprendimientos de alto potencial, y entrega información valiosa a los emprendedores cuando tienen una idea de bajo potencial.

Es decir, las startups son heterogéneas en su potencial de éxito y los servicios básicos aceleran los resultados inevitables (crecimiento o fracaso). Por lo tanto, las aceleradoras parecen acelerar el éxito de las oportunidades de alto potencial y acelerar la desaparición de las de bajo potencial. Por ejemplo, tener dinero para experimentar puede ayudar a los fundadores a descubrir defectos fundamentales en sus prototipos que justifiquen el cierre del emprendimiento o ayudarles a acceder a nueva información que justifique la creación de una nueva.

Ante estos resultados, si el objetivo es acelerar la creación de empresas, el diseño de políticas de programas debe combinar los servicios básicos de financiamiento con la formación de capital emprendedor, en lugar de ofrecer los servicios básicos por sí solos. Sobre todo en aquellas startups que están en fase inicial. De lo contrario, no se obtendrán los resultados esperados.

*El autor es Académico del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la UC

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