La riqueza a nivel mundial disminuyó en 2022 por primera vez desde 2018 debido principalmente a la apreciación del dólar frente a varias monedas y a la inflación, que provocaron una reducción del patrimonio privado neto de US$11,3 billones o un 2,4% menos que el año anterior, según el informe anual sobre riqueza del banco Credit Suisse-UBS.



Los activos financieros causaron en gran medida esta compresión de la riqueza, mientras que los activos no financieros respondieron mejor a la presión, principalmente en el mercado inmobiliario, en el que los precios se mantuvieron estables pese a la fuerte subida de los tipos de interés y al consiguiente encarecimiento de las hipotecas.



En estas circunstancias, la riqueza global se situó al cierre de 2022 en US$454,4 billones y la atribuida a cada adulto fue de US$85.718, casi US$3.200 menos que en 2021 (-3-6 %).



Esta situación difiere considerablemente de los resultados de 2021, año en el que la riqueza mundial creció un 9,8%, a pesar de que el mundo todavía no salía de la etapa aguda de la pandemia de covid-19.



Según el informe, la desigualdad general de la riqueza bajó muy ligeramente con el 1% más rico del mundo que posee el 44,5% del patrimonio (45% en 2021).



La pérdida de la riqueza mundial en 2022 estuvo concentrada en las regiones más acomodadas del planeta: Norteamérica y Europa, que en conjunto vieron volatilizarse US$10,9 billones.



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Las pérdidas en Asia-Pacífico fueron de US$2,1 billones, mientras que América Latina fue la única región donde hubo un aumento del patrimonio, de US$2,4 billones, gracias a que las monedas se apreciaron como media un 6% frente al dólar.



En términos de mercados, Estados Unidos, Japón, China, Canadá y Australia encabezaron las pérdidas.



Un grupo de economías emergentes encabezaron el aumento de patrimonio: Brasil, México, India y Rusia, pese al impacto en la economía de este último de la guerra que prosigue contra Ucrania y las sanciones financieras internacionales en su contra por esta agresión.



Por otra parte, el número de millonarios en dólares en todo el mundo se redujo en 3,5 millones y se situó en 59,4 millones de personas.



Según las previsiones del informe, la riqueza mundial aumentará un 38% en los próximos cinco años hasta alcanzar los US$629 billones en 2027 y el principal motor de este crecimiento serán los mercados de ingresos medios.



Se estima que ese año el patrimonio por adulto alcanzará los US$110.270 (un 30 % más).



El tradicional informe que hace catorce años elabora Credit Suisse -ahora parte del banco también suizo UBS- constituye uno de los análisis más exhaustivos que existen sobre la riqueza y abarca el patrimonio de 5.400 millones de adultos en todo el mundo y de todo el espectro de ingresos. 



Con información de EFE.



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La riqueza mundial disminuyó en 2022 por primera vez desde 2018

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Fingir riqueza desesperadamente: estos son los extravagantes esfuerzos de un hombre de negocios de Hong Kong para entrar en la lista de multimillonarios de Forbes

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Fingir riqueza desesperadamente: estos son los extravagantes esfuerzos de un empresario para entrar en la lista de multimillonarios de Forbes

Las personas que ganaron más de US$ 100.000 al año reportaron ser más felices pero a partir de ese punto el dinero dejó de producir mayor felicidad, indica un nuevo estudio firmado&nbsp;por el psicólogo&nbsp;ganador del Premio Nobel de Economía en 2002, Daniel Kahneman



El estudio, publicado <a href="https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2208661120" target="_blank" rel="noreferrer noopener">en la revista PNAS</a>,&nbsp;concluye que tener más&nbsp;dinero sí&nbsp;aumenta la felicidad.



Varias investigaciones anteriores&nbsp;realizadas por psicólogos y sociólogos&nbsp;habían intentado responder a la pregunta &#8220;¿El dinero compra —o da— la felicidad?&#8221;, una idea que ha sido descartada en muchas oportunidades.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-una-revision-de-dos-investigaciones-previas">Una revisión de dos investigaciones previas</h3>



Este estudio revisó&nbsp;dos investigaciones anteriores sobre el tema, con resultados contradictorios.



En 2010, el psicólogo israelo-estadounidense Kahneman y el economista Angus Deaton propusieron que&nbsp;el dinero genera&nbsp;felicidad pero hasta cierto límite. Por ejemplo,&nbsp;cuando las ganancias anuales superan los&nbsp;US$ 75.000, esa felicidad se estanca.







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En 2021, Matthew Killingsworth, principal autor de la investigación reciente, sugirió que existía una relación lineal entre la felicidad y el dinero, es decir, la felicidad aumentaba cuando el dinero aumentaba, sin un máximo establecido.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-una-nueva-conclusion">Una nueva conclusión</h3>



Para&nbsp;resolver esta pregunta, Killingsworth y Kahneman se juntaron con la también psicóloga Barbara Mellers y analizaron los casos de 33.391 personas en Estados Unidos, con un promedio de edad de 33 años y un ingreso medio alto (más de US$ 85.000 anuales).



Tras hacerle un seguimiento diario a estas personas sobre su estado de felicidad, los especialistas&nbsp;llegaron a la conclusión de que, en personas que tienen un cierto nivel básico de felicidad, esta alegría aumenta a la par de los ingresos y&nbsp;crece&nbsp;considerablemente cuando el salario supera los US$ 100.000 al año.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-si-eres-rico-e-infeliz-tener-mas-dinero-no-ayuda">Si eres rico e infeliz, tener más dinero no ayuda</h3>



Esto también se vio reflejado en el 20% de las personas más infelices, quienes aseguraron que su felicidad aumentó a medida que sus ingresos aumentaron hasta llegar a las seis cifras. A partir de este punto, señalaron, el dinero deja de producir un efecto de felicidad.



&#8220;En&nbsp;términos más simples, esto sugiere que, para la mayoría de las personas, los ingresos más altos están asociados con una mayor felicidad&#8221;, explicó Killingsworth.



&#8220;La excepción son las personas económicamente acomodadas, pero infelices. Por ejemplo, si eres rico y miserable, tener más dinero no te ayudará. Para todos los demás, tener más dinero se asoció con una mayor felicidad en grados algo diferentes&#8221;, agregó el experto.



Por último, la autora Mellers señaló que el dinero, si bien está relacionado con la felicidad, lógicamente no es lo&nbsp;único que permite alcanzar la plena felicidad: &#8220;el dinero es solo uno de los determinantes de la felicidad&#8221;, pero puede ayudar a conseguirla.






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<figure class="aligncenter size-full"><a href="https://news.google.com/publications/CAAqBwgKMOLPsQsw7-rIAw?hl=en-US&amp;gl=US&amp;ceid=US:en" target="_blank" rel="noreferrer noopener"><img loading="lazy" decoding="async" width="295" height="50" src="https://cdn.forbes.cl/2022/10/Siguenos.png" alt="BOTÓN GOOGLE NEWS" class="wp-image-27364"/></a></figure></div>


<a href="https://www.dw.com/es/actualidad/s-30684" target="_blank" rel="noreferrer noopener">DW</a>

El dinero sí aumenta la felicidad, asegura estudio firmado por Nobel de Economía

Después de haber leído este artículo seguramente pensará: &#8220;¡Ya me lo imaginaba!&#8221; Definitivamente, no puede ser que la inteligencia, por sí sola, sea el motivo por el cual algunas personas llegan más lejos, económicamente hablando. Y es verdad, las personas que ganan mucho dinero no son automáticamente las más&nbsp;inteligentes.



Un reciente estudio&nbsp;confirmó que el salario y la inteligencia van de la mano solo hasta cierto punto. Y que hay otros factores que también influyen en el éxito financiero.



Los investigadores analizaron datos de casi 60.000 hombres suecos. No solo tuvieron acceso a sus ingresos, sino también a los resultados de un test especial de inteligencia que tuvieron que rendir para cumplir el servicio militar.







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Marc Keuschnigg, profesor de Sociología en la Universidad de Leipzig (Alemania) y profesor asociado en el Instituto de Sociología Analítica de la Universidad de Lindköping (Suecia), es uno de los autores de dicho estudio. Su trabajo en el país escandinavo le permitió obtener dichos&nbsp;datos.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-correlacion-entre-salario-e-inteligencia">Correlación entre salario e inteligencia</h3>



<figure class="wp-block-image size-full is-resized"><img loading="lazy" decoding="async" src="https://cdn.forbes.cl/2023/02/Low-Res_Marc-Keuschnigg.jpg.png" alt="" class="wp-image-34351" width="513" height="684" srcset="https://cdn.forbes.cl/2023/02/Low-Res_Marc-Keuschnigg.jpg.png 525w, https://cdn.forbes.cl/2023/02/Low-Res_Marc-Keuschnigg.jpg-225x300.png 225w" sizes="(max-width: 513px) 100vw, 513px" /><figcaption class="wp-element-caption">Marc Keuschnigg, profesor de Sociología en la Universidad de Leipzig (Alemania) y profesor asociado en el Instituto de Sociología Analítica de la Universidad de Lindköping (Suecia). FOTO: Keuschnigg</figcaption></figure>







Mientras que el ingreso anual fue fácil de registrar, la inteligencia, en cambio fue más difícil. Los 60.000 suecos que examinaron Keuschnigg y su equipo habían realizado el mismo procedimiento entre los 18 y los 19 años: la llamada Prueba de Calificación de las Fuerzas Armadas, que el Ejército sueco usaba para evaluar las habilidades cognitivas de los jóvenes.



Keuschnigg lamenta que las mujeres estén completamente excluidas de su estudio. &#8220;No nos parece nada bien. Solo lo hicimos debido a la base de datos que estaba disponible, ya que las mujeres no fueron examinadas para el ingreso al Ejército&#8221;, afirmó el sociólogo. Los investigadores también consideraron exclusivamente los datos de años en los que todos los hombres suecos tuvieron que pasar por la prueba de aptitud para el servicio militar, a fin de&nbsp;evitar riesgo de sesgos.



&#8220;Relacionamos las mediciones de inteligencia de la prueba para el servicio militar&nbsp;con las mediciones del éxito en el mercado laboral en su vida posterior&#8221;, explicó Keuschnigg. En términos concretos, esto significa que Keuschnigg y sus colegas realizaron un seguimiento de los ingresos anuales de los hombres durante un período de 10 años, cuando tenían entre 35 y 45 años, y calcularon sus ingresos en promedio.







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Los resultados arrojaron &#8220;que hay tres segmentos diferentes del mercado laboral&#8221;, según el investigador. Hasta una cierta cantidad de ingresos, el salario y las capacidades cognitivas no parecen estar vinculados, es decir, las personas ganan más sin que los investigadores puedan observar que su&nbsp;capacidad cognitiva sea mayor.



&#8220;En el 50% superior de los que participan en el mercado laboral, vemos un vínculo muy, muy fuerte entre ingresos y habilidades cognitivas&#8221;, reconoce Keuschnigg.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-la-inteligencia-no-lo-es-todo">La inteligencia no lo es todo</h3>



Sin embargo, la correlación desaparece a partir de ingresos en torno a los € 60.000. &#8220;El aumento de los ingresos ya no va acompañado de un aumento de las capacidades cognitivas. Llegamos a un límite”, explica.



Según el estudio del sociólogo, el 1% por ciento de los que más ganan, con unos € 200.000 euros anuales, obtiene casi el doble que el resto, pero los primeros&nbsp;son &#8220;un poco menos inteligentes&#8221;, afirmó Keuschnigg.



En resumen, esta es la&nbsp;buena noticia: el jefe de una empresa recibe más salario, pero no necesariamente es más inteligente que los trabajadores a su cargo. Y la mala noticia es que, posiblemente, el mismo jefe&nbsp;haya tenido más suerte o mejores conexiones, que le facilitaron ascender en su carrera. Por otra parte, también&nbsp;factores complementarios que pueden ayudar más al éxito financiero: la resiliencia al estrés y el buen trato hacia los demás.






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<figure class="aligncenter size-full"><a href="https://news.google.com/publications/CAAqBwgKMOLPsQsw7-rIAw?hl=en-US&amp;gl=US&amp;ceid=US:en" target="_blank" rel="noreferrer noopener"><img loading="lazy" decoding="async" width="295" height="50" src="https://cdn.forbes.cl/2022/10/Siguenos.png" alt="BOTÓN GOOGLE NEWS" class="wp-image-27364"/></a></figure></div>


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Un reciente estudio confirmó que la riqueza y la inteligencia van de la mano solo hasta cierto punto.

Los hombres más ricos no son siempre los más inteligentes, según este estudio

Casi sin darnos cuenta llegó octubre, quedan alrededor de 10 semanas para llegar a 2024. Bajo esta óptica, empezamos a poner máxima atención a esos proyectos que nos urge completar antes de fin de año. 



Maximizamos ese recurso precioso y escaso llamado tiempo para cubrir lo mínimo indispensable para cerrar el año haciendo a un lado otras metas que a inicios de 2023 eran también prioritarias.&nbsp;



La escasez de un recurso nos lleva a enfocar nuestra atención en cubrir las necesidades que tenemos que cubrir a corto plazo, desatendiendo otras que quizás sean igual de importantes, pero parecen menos urgentes.&nbsp;



Dicha escasez no solo aplica al tiempo, sino también a otros recursos finitos. Un ejemplo simple es cuando hacemos el equipaje. Cuando sabemos tenemos una maleta grande que vamos a documentar no es muy complicado decidir qué empacar, llevamos todo lo que pensamos que vamos a usar o por si las dudas. En cambio, si solo podemos llevar una maleta carry-on, tenemos que elegir con mayor rigor qué vamos a usar durante en el viaje, no podemos darnos el lujo de llevar lo que no sea absolutamente necesario. 



La escasez de espacio define nuestro proceso de toma de decisiones para hacer el equipaje y determina lo que tengamos a disposición durante el viaje.&nbsp;



Aunque esto parece obvio, la evidencia dura del efecto que tiene la escasez en nuestro comportamiento y las decisiones que tomamos es relativamente reciente. En 2012, un grupo de investigadores publicó un estudio muy interesante sobre la mentalidad escasez titulado “Algunas consecuencias de tener muy poco”.



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Utilizando un diseño experimental similar al videojuego de Angry Birds en el que aleatoriamente asignaron a los participantes un presupuesto ‘pobre’ (30) o ‘rico’ (150) de tiros para disparar a los objetivos, encontraron que los jugadores que tenían menos oportunidades, o sea los ‘pobres’, tomaban más tiempo para hacer cada disparo, lo que se atribuye a su menor margen de error que los más ricos.&nbsp;



Observaron también que a pesar de que los ‘ricos’ tenían más oportunidades de disparar y ganar puntos, en proporción ganaron menos puntos que los pobres. Si los ‘ricos’ hubieran jugado como los ‘pobres’, hubieran tenido un mejor desempeño.&nbsp;Es decir, mientras la escasez jala más nuestra atención, la abundancia no parece tener el mismo poder de atracción.



Y es que tener menos de algún recurso, requiere un mayor enfoque en cómo administrarlo. Volviendo al ejemplo de la maleta, si lo que nos hace falta es espacio para empacar, lo más probable es que solamente llevemos lo absolutamente necesario para el viaje, aún cuando tengamos que prescindir de cosas que puedan ser útiles ante algún acontecimiento inesperado.



En las finanzas personales, si solo tenemos lo suficiente para cubrir los gastos básicos del mes, será muy difícil que siquiera pensemos en ahorrar un poco para alguna emergencia.



Cuando los recursos disponibles no alcanzan para cubrir lo necesario en el corto plazo, la mentalidad de escasez activa nuestra&nbsp;‘visión de túnel’. Este efecto tiene el beneficio de enfocar nuestra atención casi exclusivamente en el recurso escaso, para maximizar nuestros esfuerzos en resolver este problema real e inmediato, pero nos limita de tomar en cuenta los costos de estas decisiones, especialmente en el futuro.&nbsp;



Debido a dicho efecto, las decisiones bajo escasez se tienden a tomar sin analizar adecuadamente todos los costos que implican, no tanto por falta de educación o información, sino por la urgencia de resolver el problema y nuestros limitados recursos cognitivos en el momento.



Un ejemplo de esto que analizaron los investigadores fueron los llamados avances o adelantos de nómina, que han ganado popularidad en México en los últimos años.&nbsp;Dichos productos se ofrecen a personas que se encuentran cortas de liquidez antes de recibir su pago de nómina, pues se garantizan con el cheque próximo.&nbsp;



Aunque se presentan como productos sin intereses que cobran solo una comisión por expedición, los investigadores encontraron que cobran tasas de hasta 800% en algunos casos. En México, el Costo Anual Total (CAT) de algunos de estos productos supera el 200% lo que es oneroso para quienes los toman, pues se obligan a pagar más del doble de lo que pidieron comprometiendo su siguiente cheque de nómina.



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<h2 class="wp-block-heading" id="h-como-manejar-la-mentalidad-de-escasez">¿Cómo manejar la mentalidad de escasez?</h2>



La escasez es inevitable en diferentes etapas de nuestras vidas. La evidencia sobre su impacto en nuestras decisiones y comportamiento nos ofrece oportunidades para identificarla, manejarla mejor y empatizar con las personas que experimentan más frecuentemente una mentalidad escasez.&nbsp;



Identificar los momentos en los que experimentamos mentalidad de escasez puede ayudarnos a identificar recursos o personas que nos ayuden a enfrentarla de mejor manera. Por ejemplo, involucrar a un colega o familiar que no esté experimentando la mentalidad de escasez puede traer una visión externa que nos ayude a considerar los costos de nuestras decisiones y elegir el camino más adecuado.&nbsp;



Podemos también hacer un compromiso de no tomar en esos momentos decisiones cruciales que puedan dañar otros aspectos de nuestras vidas o nuestro futuro. En el caso de nuestras finanzas, podríamos diseñar sistemas en nuestras cuentas que automáticamente separen algunos fondos durante etapas de mayor abundancia, para que cuando haya escasez, nos ayuden a liberar un poco la mentalidad que nos puede llevar a tomar decisiones riesgosas.



* Antonieta Castro Cosío y Hans Frech La Rosa son investigadores en el Common Cents Lab (CCL), Laboratorio de ciencias del comportamiento aplicadas a mejorar el bienestar financiero y que forma parte del Center for Advanced Hindsight de la Universidad de Duke. Antonieta Castro es investigadora&nbsp;senior, cuenta con una licenciatura en Relaciones Internacionales, una maestría en Ciencias en Gestión del Desarrollo y un doctorado en Políticas Públicas y Urbanas. Hans Frech La Rosa es miembro del equipo que lidera la iniciativa global de CCL en Latinoamérica, es licenciado en Psicología y maestro en Administración y Políticas Públicas.&nbsp;



Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes.



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Visión de túnel: la toma de decisiones financieras con mentalidad de escasez

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Muchas personas desean conocer cómo viven y piensan los millonarios porque estos lograron alcanzar una meta que casi todos anhelan. Afortunadamente, alguien se tomó el trabajo de investigar en profundidad.



Tom Corley, contador y planificador financiero, realizó un estudio de cinco años duración para el que&nbsp;entrevistó a 233 millonarios para saber qué hay en sus mentes y cómo es su día a día.



El reporte concluye que hay&nbsp;seis hábitos que prácticamente todos los millonarios comparten.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-1-aprender-continuamente">1.&nbsp;Aprender continuamente</h3>



Aprender y superarse personalmente es una práctica común entre los más ricos.&nbsp;



El informe de Corley reveló que&nbsp;el 49% de los entrevistados dedica un rato al día a aprender nuevas palabras, mientras que el 61% aprende algún deporte o actividad nueva.&nbsp;A su vez, un 63% escucha audiolibros de camino al trabajo y el 71% lee libros de autoayuda, principalmente biografías de personas exitosas.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-2-escuchar-a-todos">2.&nbsp;Escuchar a todos</h3>



Los millonarios suelen tener numerosas cosas que decir, pero tienen más que escuchar, y lo saben. Durante las entrevistas de Corley, la regla 5:1 estaba más que presente. Esta dicta que,&nbsp;por cada minuto que hablaban, los ricos escuchaban durante cinco minutos.&nbsp;Asimismo, el 81% de los entrevistados indicó que busca la opinión de los demás día tras día.



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<h3 class="wp-block-heading" id="h-3-hacer-equipo">3. Hacer equipo</h3>



Debido a que el 86% de los millonarios consultados trabaja una media de 50 horas a la semana, no tienen tiempo de hacer todas las actividades planeadas. Por este motivo&nbsp;se dedican solo a lo que son realmente buenos y delegan lo demás.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-4-sonar-a-lo-grande">4. Soñar a lo grande</h3>



Otra característica común entre los empresarios e inversores millonarios es la de&nbsp;haber soñado en grande a lo largo de sus vidas. Corley pone de ejemplo el caso de uno de los entrevistados, un aficionado al vino que confió en su idea.



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“A lo largo de 15 años se convirtió en un experto en el sector. En 2001 liquidó una pequeña parte de su colección de vinos y pudo comprar la casa de sus sueños en una playa de Florida. Ganó US$ 4 millones y todo porque se negó a renunciar a una idea en la que creía”, expresó.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-5-priorizar-la-salud">5. Priorizar la salud</h3>



A su vez, gran parte de los ricos encuestados detalló que la buena salud es fundamental, ya que significa&nbsp;más tiempo para disfrutar de la vida y crear riqueza.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-6-no-creer-en-la-suerte">6. No creer en la suerte</h3>



Por último, las estadísticas recopiladas por Tom Corley revelaron que el 94% ni siquiera apuesta, ya que no confía en la suerte. Prácticamente todos decidieron crear su propia suerte mediante&nbsp;la búsqueda de oportunidades y la constante preparación.


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<figure class="aligncenter size-full"><a href="https://news.google.com/publications/CAAqBwgKMOLPsQsw7-rIAw?hl=en-US&amp;gl=US&amp;ceid=US:en" target="_blank" rel="noreferrer noopener"><img loading="lazy" decoding="async" width="295" height="50" src="https://cdn.forbes.cl/2022/10/Siguenos.png" alt="BOTÓN GOOGLE NEWS" class="wp-image-27364"/></a></figure></div>

¿Cómo piensan los ricos? Este experto entrevistó a 233 millonarios y reveló sus seis hábitos comunes

Hay secretos para hacerse rico y aprenderlos significa tomar la senda correcta hacia la generación de riqueza, tal como aquellos dueños y dueñas de negocios y empresarios que hacen crecer sus fortunas cada vez más.



Sin embargo, no hablamos aquí de un esquema para hacerse rico rápidamente. La mayoría de los millonarios hechos a sí mismos han construido su riqueza a través de sus negocios.



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Cuando uno posee un negocio puede adaptarlo a sus objetivos de ingresos y beneficios y así controlar la cantidad de riqueza que genera. Los dueños de negocios inteligentes entienden que los ingresos no dictan su riqueza, pero sí las ganancias.



<figure class="wp-block-image"><img decoding="async" src="https://statics.forbesargentina.com/2021/11/crop/61926c4b49768__822x822.webp" alt="Dólares."/><figcaption>Dólares.</figcaption></figure>







Y cuanto más altos sean los márgenes de ganancia en su negocio, más dinero guardará en sus bolsillos como propietario.



Para generar riqueza, uno debe tener algunos fundamentos en su lugar:



<h3 class="wp-block-heading" id="h-1-la-mentalidad-de-dinero-lo-es-todo">1. La mentalidad de dinero lo es todo</h3>



Hay que tener una mentalidad positiva respecto al dinero cuando se trata de crear riqueza. Todo el mundo tiene una historia con el dinero y hay que entender cuál es la propia y si la misma lo está frenando. Reformular la historia propia con mentalidad de millonario es esencial para el éxito porque las personas ricas piensan de manera diferente. Cómo hacerse rico no puede ser una fase pasajera en su vida: requiere trabajo y compromiso.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-2-los-millonarios-siguen-presupuestando">2. Los millonarios siguen presupuestando</h3>



Difícil de creer, pero es verdad. Incluso los millonarios siguen un presupuesto. El mayor secreto sobre cómo hacerse rico y seguir siendo rico es gastar menos de lo que ingresa. Siempre habrá deseos que excedan los límites presupuestarios, incluso para los millonarios, porque no hay una oferta ilimitada de dinero.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-3-la-gestion-del-dinero-es-clave">3. La gestión del dinero es clave</h3>



La buena administración del dinero es muy importante para hacerse rico y mantenerse rico. La administración del dinero es un comportamiento y un hábito. Debe tener en cuenta dónde se está invirtiendo y gastando el dinero. Hay una estrategia específica para hacer crecer la riqueza y mantenerla y hay que seguirla como si fuera un régimen de ejercicios.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-4-invertir-el-dinero-para-crecer">4. Invertir el dinero para crecer</h3>



Es inteligente invertir en activos que se revaloricen con el tiempo y brinden un retorno a la inversión, como dividendos o pagos de intereses. El objetivo es construir una cartera de activos y hacerla tan sólida que se pueda vivir de los ingresos pasivos durante la jubilación.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-5-construya-su-negocio-en-torno-a-sus-objetivos-financieros-personales">5. Construya su negocio en torno a sus objetivos financieros personales</h3>



Como propietario de un negocio, una persona tiene más control sobre el dinero que gana en comparación con un empleado con salario fijo. Si desea tener más dinero en sus bolsillos aumente sus ingresos y sus márgenes de beneficio. Cuantas más ganancias tenga en su negocio, más podrá pagarse un dividendo o una bonificación, según la estructura legal de su empresa.



<h3 class="wp-block-heading" id="h-6-cree-multiples-fuentes-de-ingresos">6. Cree múltiples fuentes de ingresos</h3>



Los dueños de negocios inteligentes crean más de un flujo de ingresos, ya que los protege de las fluctuaciones en el mercado. Eso significa que si una fuente de ingresos se agota debido a las condiciones del mercado, otras fuentes de ingresos pueden protegerlo de una pérdida.



<h3 class="wp-block-heading">7. No echar un vistazo</h3>



Este es el consejo más importante. La contratación de contadores y asesores financieros no le da derecho a controlar la actividad financiera de su empresa. A nadie le importará tanto su dinero como a usted, así que nunca entregue su poder financiero. Tómese el tiempo para invertir en educarse sobre la administración del dinero para que pueda supervisar lo que sucede y comprender cuándo una inversión no le está haciendo justicia a su cartera.



La conclusión es que saber cómo hacerse rico es algo que se aprende. No hay garantías de que si inicia un negocio se hará rico porque incluso las mejores ideas comerciales fallan debido a una mala ejecución. Pero si se educa y obtiene ayuda para que su negocio sea un éxito, aumentará sus posibilidades de éxito.


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<figure class="aligncenter size-full"><a href="https://news.google.com/publications/CAAqBwgKMOLPsQsw7-rIAw?hl=en-US&amp;gl=US&amp;ceid=US:en" target="_blank" rel="noreferrer noopener"><img loading="lazy" decoding="async" width="295" height="50" src="https://cdn.forbes.cl/2022/10/Siguenos.png" alt="BOTÓN GOOGLE NEWS" class="wp-image-27364"/></a></figure></div>

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