Aunque la decisión de la Fed de esta semana no trajo mucho dramatismo, los economistas de los principales bancos señalaron tras las elecciones de esta semana que hay una variabilidad añadida de cara al futuro.
Las expectativas han cambiado respecto a que la Fed, en su próxima reunión del 6 y 7 de noviembre, implemente otro recorte de 50 puntos básicos, a medida que se acumula cierta evidencia de que la economía necesita un impulso aún mayor.
Tras las once subidas realizadas desde marzo de 2022 para tratar de controlar los precios, el banco central estadounidense mantenía los tipos desde julio del año pasado en una horquilla de entre el 5,25% y el 5,5%, su máximo nivel desde 2001.
Tras las once subidas realizadas desde marzo de 2022 para tratar de controlar los precios, la Fed mantiene los tipos desde julio del año pasado en una horquilla de entre el 5,25% y el 5,5%, su máximo nivel desde 2001.
El presidente del banco central estadounidense afirmó que con los últimos datos económicos recibidos han aumentado la confianza de la Fed de que “la inflación está en una trayectoria sostenible de regreso al 2%”.
Según Jerome Powell, los principales indicadores económicos están evolucionando de manera apropiada para que la autoridad monetaria estadounidense tenga la confianza de anunciar una reducción de los tipos.
Powell consideró que es preciso "tener más confianza" en que la inflación se dirige hacia números por debajo del objetivo del 2 % antes de flexibilizar la política monetaria de EE.UU., al tiempo que el mercado laboral se mantiene fuerte.
Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto, órgano encargado de decidir si se suben o no los tipos, tomaron esta decisión al término de un encuentro de dos días.