La pobreza infantil, junto con el acceso a la educación y la reducción de la desigualdad social son algunos de los mayores desafíos que enfrenta el Gobierno para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible, sostiene el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson.

En 2015 todos los Estados que conforman la Organización de las Naciones Unidas (ONU) firmaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que traza una ruta de 17 objetivos para el desarrollo ambiental, social y económico de las naciones.

En Chile, según el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, quien integra el Consejo Nacional a cargo de implementar el acuerdo, el foco del país está en eliminar la pobreza, las poblaciones vulnerables, mejorar la relación con los pueblos indígenas, la niñez, la sostenibilidad e igualdad de género, punto en el que asegura han tenido mayores avances.

Jackson, ingeniero civil en tecnologías de la información de 36 años de edad, dijo a Forbes que la cartera que dirige quiere eliminar la burocracia en cuanto a los beneficios que se le otorgan a las familias chilenas a través de la innovación digital y busca que sea aprobada una ley marco del Sistema Nacional de Cuidado que permita entregar garantías de derecho y reconocimiento.

La Agenda 2030 fue entregada en el mes de abril al presidente Gabriel Boric quien, a su vez, la presentó ante la ONU.

Dentro de los 17 objetivos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible, nos queremos enfocar en aquellos que tienen que ver con erradicar la pobreza, el hambre, garantizar la educación, igualdad de género, acceso al trabajo, fomentar la innovación y las alianzas para lograrlos ¿Cómo se ha avanzado en estos últimos siete años hacia la consecución de esos objetivos y cuál es el foco actual desde el Ministerio que dirige?

A nosotros, desde el Ministerio de Desarrollo Social, nos toca estar como secretaría ejecutiva precisamente de la mesa de coordinación intersectorial dentro del gobierno de Chile en materia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible… por lo tanto, nos ha tocado este proceso de preparar los informes de avance que tenemos que presentar en el mes de julio en Nueva York y hacer todo el levantamiento para la estrategia con la que el país va a enfrentar la persecución de los objetivos, tanto a nivel territorial como a nivel de política pública.

Hemos estado generando diversos encuentros en todas las regiones de nuestro país: sector público, privado, la academia, los municipios, las organizaciones sociales, las dirigencias, de tal forma que podamos abordar cada uno de estos 17 objetivos; cuáles son el tipo de contribuciones que cada uno pueda hacer porque no es un esfuerzo que pueda hacer el Gobierno Nacional por sí solo. Esto es algo que tenemos que preparar desde el espacio territorial con el ecosistema que se genera en los municipios, las empresas locales, los vecinos y vecinas, las universidades, las ONG y eso se aplica también a nivel nacional, así que en ese esfuerzo hemos estado para que en los próximos meses ya tengamos la estrategia y el informe.

Considerando que el año meta que se trazaron para cumplir estos objetivos es 2030, y estamos a 2023 ¿cómo ve a Chile en el avance y en el debe?

Los objetivos son lo suficientemente ambiciosos, pero al mismo tiempo están redactados de una forma que ningún país se quede inmovilizado ante tamaño desafío. Hay países que pueden acercarse más a uno u otro de los objetivos, pero en los 17 hay algo que nos empuja y está bueno que nos empuje a siempre poder hacer más.

Yo diría que en Chile hemos avanzado en varios de esos objetivos los últimos años y hay otros que son más desafiantes para países quizás pequeños, de ingresos medios altos, y hay que redoblar esos esfuerzos.

Nosotros, particularmente, estamos súper enfocados en el tema de pobreza, poblaciones vulnerables, discapacidad, personas mayores, también en la relación con los pueblos indígenas y también en todo lo que es niñez, que no contempla la cartera de educación, teniendo también siempre un enfoque en materia de sostenibilidad y de igualdad de género.

También, dentro del Ministerio de Desarrollo Social está la evaluación de los proyectos de inversión pública para las regiones, para construir liceos, hospitales y distintas obras, entonces, cuando uno mira el programa de gobierno del presidente Gabriel Boric, nosotros pudimos identificar que de todas las medidas, un 98% tenía que ver con algunos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, por lo tanto, estamos muy alineados dentro de la línea política del Gobierno.

Hemos tenido avances tremendos en materia de igualdad de género. También estamos midiendo pobreza en la Encuesta Casen (Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional) desde noviembre hasta enero.

En la última encuesta hubo un retroceso en pobreza pero se hizo justo en la mitad de la pandemia, fines del año 2020, ahora vamos a hacer una nueva medición para ver lo que ha dejado el impacto de la pandemia y luego de esa se tiene que contrastar con la que se hará en dos años más. Ahí vamos a ver cómo se ha avanzado en la erradicación de la pobreza.

¿Cuáles son los principales obstáculos y desafíos que usted ve y que considera que quizás le podrían poner trabas al cumplimiento de estos objetivos?

Hay procesos que se demoran más. En infraestructura nosotros podemos avanzar, de hecho, tenemos un plan súper ambicioso de infraestructura del Ministerio de Obras Públicas y otros ministerios, pero los países que durante mucho tiempo han forjado su matriz productiva, por ejemplo, en materias primas —es conocido que Chile es un país minero, que tiene cobre, que tiene la industria forestal, que tiene también la industria agropecuaria—, nuestra matriz productiva está enfocada en eso.

Una de las críticas que han existido en nuestro país es la poca complejidad económica que se le da a nuestra economía. Hay un ambicioso plan dentro de este gobierno a través del Ministerio de Economía, a través de Corfo, pero que cruza el Gobierno, para inyectar procesos de innovación y complejidad económica, pero nosotros llevamos menos de un año de gobierno, es muy difícil que en menos de un año podamos mostrar muchos resultados, entonces cuando tú me dices obstáculos, yo diría que esas áreas que son más de largo plazo, que requieren de ecosistemas que se vayan cultivando, que requieren de innovación en cuanto a regulación por parte de sectores públicos, pero también la iniciativa del sector privado. Eso es algo que se está construyendo y hoy día es uno de los mayores desafíos que tiene nuestro país.

Otros procesos que son complejos, que son de largo plazo, tienen que ver con educación de calidad. Chile ha venido durante mucho tiempo avanzando en materia de cultura, en materia de acceso, en materia de gratuidad y garantía de derechos a la educación superior que, por la pandemia, diría que todos los países en el mundo tuvieron una dificultad para poder adaptarse a la forma telemática, los lugares que tenían poco acceso, las zonas rurales, con una salida o deserción de un conjunto importante de estudiantes de la educación formal. La pandemia llevó a un retroceso en ese objetivo de Desarrollo Sostenible que es el número cuatro y, por lo tanto, ahí tenemos que poner mucho énfasis.

Entre tantos obstáculos como la discriminación de género o la desigualdad para acceder a la educación y posteriormente a un cargo laboral ¿está preparado Chile para derribarlos?

Uno puede compararlo pensando en las variaciones que han habido en los últimos años. Mi impresión, y creo que hay bastante evidencia que lo soporta, es que en los últimos cinco años Chile ha dado saltos culturales, pero también prácticos en materia de igualdad de género.

Hubo una movilización muy grande en Chile de las mujeres en el año 2017 y creo que generó un cambio de conciencia que se ha ido manifestando probablemente más lento de lo que la sociedad requiere, pero a un ritmo mucho más rápido que anteriormente.

De hecho, en uno de los periódicos financieros de nuestro país aparece la noticia que los nombramientos de mujeres a través del sistema de derechos públicos llegó al máximo histórico en el primer año de gobierno que nosotros nos tocó asumir.

A eso se suma el trabajo que está haciendo el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género para transversalizar esta mirada. En todos los ministerios tenemos en los gabinetes ministeriales a una persona dedicada a ser asesora de género y la idea es que las distintas políticas de los ministerios salgan con una perspectiva de género y se está realizando.

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