“Es posible convertir los riesgos medioambientales en una ventaja competitiva y rentable", dice Elías

Al pensar en aviones, trenes, industrias e infraestructura de ciudades, cada uno de ellos es parte de los ecosistemas que más impacto tienen en el calentamiento global y la crisis climática que azotan al mundo, y que tiene a todos de cabeza pensando en cómo revertirlo. O, por lo menos, cómo reducirlo.

La pandemia vino a impactar la economía de lleno y paró en seco todo tipo de negocios, pero algunas empresas a nivel mundial lo han visto como una oportunidad. Siemens, la compañía alemana de infraestructura inteligente para edificios y sistemas de energía descentralizados, además de automatización y digitalización en las industrias de procesos y fabricación, obtuvo un 42% de crecimiento en sus distintas áreas de negocio el año pasado, en plena pandemia.

Siemens está presente en nueve países sudamericanos, el beneficio de su negocio industrial a nivel global en 2021 fue de 2.500 millones de euros —un aumento significativo del 12% respecto del período anterior— y los ingresos netos aumentaron un 20%, hasta los 1.800 millones de euros, cuenta a Forbes la CFO para Sudamérica -sin Brasil- de la multinacional,
Paula Elías.

Con base en eso, la mayoría de los proyectos de transformación digital a nivel industrial se desarrollan en un lapso de uno a tres años. Durante los últimos años la compañía ha ejecutado un gran número de proyectos asociados a infraestructura crítica inteligente y fábricas automatizadas, con clientes del mundo privado, y también ha participado de iniciativas impulsadas por políticas públicas de los gobiernos como parte de su plan de trabajo y recuperación económica.

Por ejemplo, las operaciones en Chile mantienen un contrato vigente de tres años con Enex —la licenciataria de Shell en el país— para operar y gestionar los puntos de carga para vehículos eléctricos de las estaciones de servicios a lo largo de todo Chile, convirtiéndose en el primer proyecto de esta índole en la compañía para Latinoamérica.

“La electromovilidad es uno de los pilares más importantes de la recuperación verde pospandemia. Tenemos que acelerar su introducción y así permitir que la carga se integre perfectamente en las infraestructuras existentes, con alta eficiencia energética, apoyando la descarbonización, para vehículos, buses y camiones, tanto en espacios públicos como privados”, explica Elías.

En el caso de Argentina, Siemens firmó una alianza con Audi hasta diciembre de 2022 para equipar las concesionarias de la marca, en un proyecto que involucra la instalación de la red de carga de estos vehículos eléctricos, los más potentes actualmente en ese país.

Y en Colombia, la compañía jugará un rol clave en línea con los objetivos del gobierno, que impulsa políticas para promover el uso de vehículos eléctricos y de cero emisiones. Hay un proyecto muy importante en materia de flota de buses eléctricos, donde la infraestructura de carga será suministrada por Siemens.

“Esto nos permite tener hoy resultados financieros sólidos, en donde incluso podría verse una aceleración moderada para impulsar la industria 4.0, considerando las necesidades tecnológicas que quedaron a la vista en las últimas semanas para la producción de insumos básicos y operación de ciertos servicios”, reconoce la CFO de Siemens para la región.

A mitad de 2021, la compañía lanzó el programa Degree, que consiste en marcar una hoja de ruta para todos los futuros —y actuales— negocios que mantienen, como por ejemplo, lograr la carbono neutralidad a 2030, fomentar la capacitación de sus trabajadores en materia organizacional cada tres años, generar eficiencia de recursos y lograr a corto plazo que el 30% de los altos cargos de la compañía sean dirigidos por mujeres. También se fijaron como meta duplicar las horas de formación para sus colaboradores de aquí a tres años, a través de una inversión de 250 millones de euros. Siemes tiene más de 300.000 empleados a nivel global.

“Tenemos que asegurar que la materia de descarbonización sea medible, donde vamos revisando y midiendo para poder reportar con cifras concretas nuestra contribución. Incluso, tenemos un compromiso un poquito más allá, donde se pretende que, para 2050, el 100% de la cadena de valor donde Siemens intervenga con proveedores y más de forma carbono neutral. Y estamos trabajando en todos los países en esa línea, con diversas iniciativas al respecto. En Chile somos pioneros en lo que tiene que ver con una ‘oficina verde’”.

-¿Qué es una oficina verde?

Es un lugar donde cada uno de los colaboradores tiene conciencia del impacto ambiental que genera desde su trabajo. Va más allá de decir ‘yo tengo luces de bajo consumo, o de poner basureros de distintos colores. Responde en línea a los desechos productivos y todo lo que se usa para el proceso del ciclo de reciclaje.

Nos hemos sometido a una certificación bastante exigente del Ministerio de Medio Ambiente y ahora nos hemos mudado a unas oficinas nuevas en Santiago, que estamos certificando.

Queremos extender este programa de ‘oficina verde’ a un modelo híbrido: a los hogares de los colaboradores.

-¿Cómo se mediría el impacto de ellos desde sus hogares?

En acciones sobre el consumo consciente de agua, movilización hacia el trabajo, estamos trabajando en la etapa dos para generar conciencia. Tiene que ver desde plantar árboles a plantar mi propia huerta orgánica y generar compost. Que no se deje sólo en lo corporativo, sino que sea desde los hogares, porque todo influye en la comunidad en la que vivimos.

-¿Cuánto efecto tuvo la pandemia en la reducción de la huella de carbono de Siemens a nivel regional?

Se aceleró. No lo hemos cuantificado aún, pero el primer impacto fue en los viajes. Medimos los viajes aéreos, el consumo que eso genera, y cuando contribuimos a perjudicar la huella de carbono con las emisiones de los aviones, con la pandemia no se vio absolutamente nada. La consigna de Siemens es que ahora que se está volviendo a la normalidad, nunca volveremos a los valores en que estábamos prepandemia. Hay un claro mandato a nivel global para 2022, un tope máximo de emisiones es el 50%.

“CUANDO UNO SIENTE QUE LO
QUE HACE TIENE UN PROPÓSITO
Y QUE ESO VA A CONTRIBUIR A
MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA
DE TODOS, ES LO MEJOR QUE TE
PUEDE PASAR COMO EMPRESA.
LAS NUEVAS GENERACIONES
BUSCAN ESO”

paula elías, CFO para sudamérica -sin Brasil- de la multinacional.

-¿Cómo se harán cargo de las producciones para industrias que contribuyen al aumento de la huella de carbono?

Es un proceso lento y difícil, que requiere mucha fuerza de repetición, pero como organización tenemos la responsabilidad de colaborar y hacer todo lo que podamos para contribuir con la mejora medioambiental, y por eso necesitamos a nuestros colaboradores 100% comprometidos con ello, porque las organizaciones son la gente que trabaja dentro. Y la realidad es que la pandemia generó muchísima más conciencia de lo que teníamos prepandemia.

En 2021, Siemens logró el puesto número 15 de las mejores empresas del mundo para trabajar, según Forbes, y en eso, Elías es enfática: “Cuando uno siente que lo que hace tiene un propósito y que eso va a contribuir a mejorar la calidad de vida de todos, es lo mejor que te puede pasar como empresa. Las nuevas generaciones buscan eso: tener un propósito en lo que hacen”.

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