Los 690 MW diarios de generación la convertirían en una de las plantas más grandes del mundo
El complejo de energía Cerro Dominador, de la multinacional EIG, obtuvo un permiso ambiental para ampliar la capacidad de generación de una nueva planta de Concentración Solar de Potencia (CSP) que construirá en Calama y que se convertiría en una de las más grandes de su tipo en el mundo, anunció la empresa esta semana.
El nuevo proyecto, denominado Planta Solar Likana, se construirá entre las comunas de Calama y Sierra Gorda (Región de Antofagasta), y “contempla la construcción de tres torres solares con almacenamiento de energía, permitiendo producir energía 100% renovable, almacenar y producir electricidad limpia y disponible en todo horario”.
La planta originalmente produciría 450 megavatios (MW) de energía pero con el nuevo permiso se podrán producir hasta 690 MW, “lo que la posiciona como una de las centrales renovables con mayor capacidad del mundo”, dijo la empresa en un comunicado.
A modo de comparación, la planta de CSP Cerro Dominador inaugurada en junio pasado en la vecina comuna de María Elena (Región de Antofagasta) -la primera de su tipo en Latinoamérica- es capaz de generar 110 MW de energía.
¿Qué es la tecnología CSP?
La tecnología CSP de Cerro Dominador utiliza 10.600 heliostatos (espejos móviles capaces de seguir el movimiento del sol) repartidos en más de 700 hectáreas que reflejan y concentran la luz del sol sobre una torre de 250 metros de altura con un “sombrero” lleno de sales fundidas que absorben y conservan ese calor durante largos períodos de tiempo.
Las sales calientes bajan luego por la torre a una temperatura de 500 grados centígrados hacia un cambiador de calor en donde evapora agua que mueve una turbina generadora de electricidad.
Inversión de más de US$ 2.000 millones
“El proceso de la construcción de este complejo será de manera gradual dependiendo de los contratos que firme la compañía”, agregó la empresa, sin precisar el monto de inversión requerido en Likana.
De acuerdo al registro en el sistema de evaluación ambiental, el proyecto terminaría su construcción en el segundo semestre de 2025 y tendría una vida útil de 40 años.
El proyecto original -aprobado en 2017- contemplaba una inversión de US$ 2.400 millones.
Chile, un país pobre en fuentes fósiles de energía y dependiente de las importaciones, se ha comprometido a utilizar sus recuros renovables como la fuerte radiación solar del Desierto de Atacama y los vientos en el Estrecho de Magallanes para eliminar gradualmente la energía a carbón en 2040 y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.