La renuncia de Maya Fernández Allende -nieta de Salvador Allende- se produce a la vez que la oposición al gobierno presentaba una acusación constitucional contra ella por el fallido intento de venta de la residencia de Allende al Gobierno chileno.

La ministra chilena de Defensa Nacional, Maya Fernández Allende, presentó este lunes su dimisión en medio de la polémica por la fallida compra por parte del Gobierno de la casa de su abuelo, el derrocado presidente Salvador Allende (1970-1973).

“El Presidente agradece el compromiso y trabajo desempeñado por Maya Fernández”, dijo la Presidencia chilena en un comunicado, que nombró como nueva ministra a la socialista Adriana Delpiano.

A fines de 2024, el Gobierno del presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció la compra por 933 millones de pesos chilenos (unos 940.000 dólares al cambio de hoy) de la residencia de Allende con el objetivo de convertirla en un museo.

Ubicada en la calle Guardia Vieja 392, en el barrio capitalino de Providencia, la vivienda es propiedad de los herederos de Allende, entre ellos la ya exministra y la senadora socialista Isabel Allende, una de las hijas del mandatario.

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Tras el aluvión de críticas, el Gobierno puso freno a la adquisición del inmueble y pidió la renuncia el 6 de enero de la entonces ministra de Bienes Público Marcela Sandoval.

La renuncia de la ministra se produce a la vez que la oposición de derecha y ultraderecha se encontraba presentando una acusación constitucional (juicio político) en el Parlamento para tratar de destituirla e inhabilitarla para ejercer cargos públicos argumentando que cometió una infracción a la Constitución pues por su puesto no podía celebrar contratos con el Estado.

“Cometió una grave falta a la Constitución y a las leyes. Ningún ministro de Estado puede celebrar contratos con el Estado y la ministra lo hizo”, indicó en un punto de prensa la diputada Camila Flores, de la coalición opositora Chile Vamos, junto a otros parlamentarios de derecha.

Fernández Allende se convirtió en marzo de 2022 en la tercera mujer en dirigir las Fuerzas Armadas chilena y en la segunda socialista, después de la expresidenta Michelle Bachelet, que llegó al cargo en 2002.

Su nombramiento se consideró simbólico por ser la nieta del presidente derrocado por los propios militares en el golpe de Estado de 1973.

Junto a la vivienda de Allende, el Gobierno también anunció la compra de dos propiedades en las que vivió el expresidente Patricio Aylwin (1990-1994), que lideró la transición chilena, un trámite que no despertó ninguna polémica y que sigue su curso con el objetivo de convertir las casas en museos.

Con información de EFE