Política
EE.UU. aún no sabe quien controlará el Congreso tras cerradas elecciones legislativas
Lo que quedó claro es que la ‘ola roja’ que debía traer una gran victoria republicana no se produjo

El control del Congreso estadounidense continúa pendiente y es posible que así sea durante los próximos días tras unas reñidas elecciones legislativas en las que no se produjo la “ola roja” republicana que esperaban los conservadores ni el Partido Demócrata tuvo tan malos resultados como anticipaba en medio de un escenario económico complicado.
En el Senado estadounidense (de 100 escaños), las proyecciones de los medios estadounidenses indican que demócratas y republicanos mantienen 48 escaños cada uno con cuatro en disputa: Arizona, Georgia, Nevada y Wisconsin.
Los resultados parciales dan a republicanos la ventaja en Wisconsin y Nevada, a los demócratas ventaja en Arizona y en el estado de Georgia se prevé una segunda vuelta en diciembre próximo pues ninguno de los candidatos en liza ha obtenido más del 50% de los votos requeridos por ley.
Así, los estadounidenses tendrían que esperar a los resultados de la segunda vuelta en Georgia para ver si el partido de Joe Biden pierde la mayoría del Senado, que hoy en día mantiene gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
En cuanto a la Cámara de Representantes, todavía no se conoce qué partido la controlará durante los próximos dos años.
Según las proyecciones, los republicanos se aseguran 199 escaños por 172 de los demócratas, pero ambos están aún lejos de los 218 necesarios para asegurarse la mayoría.
Los resultados electorales podrían tardar varios días más en confirmarse.
Sin embargo, una de las certezas que sí arrojó la jornada electoral es que no se produjo la “ola roja” (color que identifica al Partido Republicano) que temían los demócratas, quienes sacaron mejores resultados de lo previsto incluso en medio de un clima económico complicado y una alta inflación.
A nivel de gobernaciones, los demócratas arrebataron a los republicanos el control de los estados de Delaware, Massachusetts y Maryland, de tendencia progresista pero durante los últimos años gobernados por conservadores.
Por su parte, Ron DeSantis, el polémico gobernador de Florida y quien se perfila como un potencial rival de Donald Trumo en eventuales elecciones presidenciales, fue reelegido a un segundo término.
FORBES STAFF / EFE