'El Gobierno que se enfrenta al contexto más difícil desde que hay democracia', dice académico.
Gabriel Boric, quien asumirá como el presidente más joven en la historia de Chile este viernes 11 de marzo, tiene grandes ambiciones para el país y ha hecho grandes promesas.
Quiere construir un modelo de bienestar social de estilo europeo y ha prometido un gobierno feminista —con la mayor cantidad de mujeres en cargos ministeriales que ninguno otro en el continente— y ecologista.
Pero, durante los próximos cuatro años de su mandato, tendrá que hacer frente a una de las mayores crisis sociales, políticas, ambientales y de salud que atraviesa el país.
El director ejecutivo del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, Gonzalo Valdés, dijo a Forbes que “este es el gobierno que enfrenta el contexto más difícil desde que volvimos a la democracia”.
Aquí los principales desafíos que tendrá este gobierno:
1-. Crisis migratoria

La migración irregular se ha intensificado durante los últimos años en Chile por pasos fronterizos con Bolivia y Perú, siendo la región de Tarapacá (norte, limítrofe con Bolivia) la más afectada por la huida de venezolanos de su país, una migración forzada que ya contabiliza cerca de seis millones de personas hacia todas partes del mundo.
La agencia EFE reseña que desde febrero de 2021, la policía ha contabilizado más de 50.000 ingresos irregulares a Chile a través de pasos fronterizos no habilitados, con un flujo diario de centenares de personas.
Esto ha generado un descontento entre los residentes de las zonas fronterizas por donde entran las personas irregularmente, quienes se han manifestado en protestas contra un aumento en la inseguridad que atribuyen a los extranjeros.
Gremios de camioneros cerraron en enero pasado las principales vías del norte del país en protesta por la inseguridad y en febrero volvieron a bloquearlas luego de la muerte de un compañero en un enfrentamiento con peatones que caminaban por la vía y que fueron identificados por las autoridades como extranjeros.
La medida más reciente que tomó el gobierno del presidente saliente, Sebastián Piñera, fue despejar la zanja fronteriza con Bolivia, construida en 2017.
“El tema migratorio es especialmente difícil para el gobierno entrante porque sus bases (Frente Amplio y Partido Comunista) han defendido que migrar es un derecho y las fronteras deben estar abiertas, pero la mayoría de población chilena ve con alta preocupación el tema migratoria por el nivel de conflictividad social”, indica Valdés.
“El Gobierno va a tener que elegir si defraudar a sus bases que son las que lo sostiene, o defraudar a la población, que es lo que lo sostendrá a mediano plazo”
gonzalo valdés, director ejecutivo del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello
2-. Inflación y consecuencias de conflicto Rusia – Ucrania

Desde el punto de vista económico, Valdés afirma que hay una “desaceleración fuerte” y un “estancamiento”.
La economía chilena, según todas las previsiones, creció entre 9-12% en 2021 —la cifra oficial se conocerá a finales de marzo— pero este año todo indica que ese crecimiento se desplomará a cerca del 3,5%, según los más recientes cálculos que hizo el Gobierno.
“El Banco Central ha precisado que existe un gran flujo de capitales hacia fuera de Chile. Muchos inversionistas se refugiaron en cuentas extranjeras y movieron su dinero. Eso representa una pérdida importante”.
La inflación superó las cifras esperadas, posicionándose en 7,7% mensual en enero de 2022 —la mayor en 14 años—, para luego caer a 0,3% en febrero —la cifra más baja desde junio de 2021—, antes de que ocurriera la invasión rusa a Ucrania, que otra vez podría alimentarla.
“Teniendo un precio del cobre altísimo, al mismo tiempo tenemos un dólar alto, y la razón es la incertidumbre política y mundial al que se suma el conflicto Rusia—Ucrania, que desencadena alzas en el precio del petróleo y del trigo, afectando directamente la calidad de vida de los chilenos“, agrega.
3-. Conflicto mapuche

El “conflicto mapuche” es otro de los retos para Boric. Comunidades indígenas se enfrentan a grandes empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por el pueblo originario más numeroso del país.
Durante los últimos años el conflicto se ha agudizado, causando la muerte de gran número de comuneros mapuches a manos de agentes del Estado y registrándose además fallecimiento de policías y huelgas de hambre de presos indígenas.
El pueblo mapuche reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX.
Los ataques contra maquinaria y predios de las empresas forestales que están instaladas en territorio mapuche desde la dictadura militar de Augusto Pinochet son cotidianas.
Un extenso estudio publicado este año y que recopiló datos desde finales de la dictadura en 1990 hasta 2016 documentó más de 2.600 incidentes entre personas u organizaciones mapuches y no mapuches, más de 20 muertes, más de 800 heridos y más de 2.700 arrestos, todo antes de que arreciara el conflicto este año.
El pasado 12 de octubre, Sebastián Piñera decretó un estado de excepción que militarizó la zona, y que se ha renovado periódicamente, medida que Boric adelantó que no renovará para “llamar al diálogo” entre las partes.
4-. Nueva Constitución

El estallido social en octubre de 2019, la mayor crisis política en tres décadas, detonó un proceso constituyente inédito en el mundo que deberá culminar a mediados de este año con la convocatoria de un referéndum para ratificar la propuesta de nueva Carta Magna.
La Constitución actual, concebida bajo dictadura, es vista por sus opositores como el origen de la desigualdad social en el país, uno de los más desiguales en América Latina, según estudios independientes y cifras de la OCDE.
La nueva Constitución, que los sectores progresistas reivindican y los conservadores rechazan, pretende ser el cambio definitivo para acabar con la desigualdad. La paridad de género, la participación de los pueblos originarios en su redacción y un fuerte acento ecologista son algunos de sus focos.
5-. Una pandemia que continúa

Chile es uno de los países en la región que mejor ha controlado la pandemia y que más ha avanzado en su proceso de vacunación. De acuerdo al Ministerio de Salud, para finales de diciembre de 2021, el 92% de la población objetivo, mayor de 18 años, había completado las dos dosis de la vacuna.
En este punto, Valdés considera que, a menos que surja otra variante —como en el caso de la Ómicron—, Chile tiene muy bien manejada la pandemia por COVID-19. Sin embargo, deberá estar atenta a las medidas de higiene y aforos, así como a la recuperación de la economía.
A la fecha, más de 3,2 millones de personas han contraído COVID-19 en Chile y más de 43.500 han fallecido.
6-. Reforma tributaria y pensiones

Entre las políticas de gobierno, destaca la reforma tributaria en primera instancia para, con parte de estos fondos, financiar las pensiones de los chilenos, educación y salud.
Una de las últimas medidas aprobadas durante el gobierno de Piñera fue la Pensión Garantizada Universal (PGU), a la que el equipo económico de Boric hizo ciertas críticas con respecto a su financiamiento.
El presidente Boric quiere reemplazar el actual sistema de retiro privado de capitalización individual —criticado por las pobres pensiones que ofrece— y reemplazarlo por uno con aportes solidarios y voluntarios en donde participen, en esta última instancia, las Administradoras de Fondos de Pensiones.
7-. Crisis ambiental

Chile registra una fuerte sequía desde hace más de una década y 2021 fue el cuarto año más seco en Chile desde que se tienen registros. Este escenario abarca todo el territorio y afecta de forma más dramática a la zona central, donde miles habitantes reciben agua diariamente desde camiones aljibes.
Además, las temperaturas no han dejado de subir. Son en total 13 años de sequía consecutivos, marcadas por las bajas precipitaciones y una grave déficit de agua nieve en áreas cordilleranas.
Expertos atribuyen el fenómeno a la crisis climática, pero las organizaciones ecologistas denuncian que el modelo de gestión de agua chileno la ha agravado.
Aunado a esto, Boric enfatizó en su primer discurso como presidente electo que el cambio climático y la regulación ambiental son prioridades del cambio estructural que propone y dijo que no desea proyectos que “destruyan” al país y que han derivado en lugares saturados de contaminación, refiriéndose a las mineras.
*Con información de EFE