María Jesús es CEO de la óptica familiar de más de 60 años de historia y Josefa fundó Palpa. Foto: Rodolfo Jara / Forbes Chile
En 2018, la diseñadora Josefa Cortés creó The Palpa Company, un producto de autocuidado y prevención al cáncer de mama que logró ser semifinalista de The Index Project -uno de los premios de diseño considerados el Nobel de la industria-, además de colaboraciones y respaldo de grandes empresas dado su carácter disruptivo.
Mientras Josefa desarrollaba su proyecto de título de diseño en la Pontificia Universidad Católica, Jovita (57) -parte de su familia- palpó un pequeño bulto en una de sus mamas, confirmando después que se trataba de cáncer grado IV. Aquella experiencia cercana instó al a la diseñadora a “crear algo que ayudara a inculcar el autocuidado desde que somos jóvenes. Cuando entrevistaba a diversas mujeres, muchas me decían que no sabían cómo hacerse el autoexamen, cómo tocarse y qué es lo que deberían sentir si es que tuviesen un tumor. El prototipo de Palpa consiste en la simulación de una mama de material blando. Al rellenar la cúpula con jabón líquido, simula la densidad de un tumor maligno. Elegí la ducha porque es el minuto en que uno se jabona y aquello permite facilitar el tacto”, cuenta.
A la fecha, Palpa ha llegado a más de 25 mil mujeres, de las cuales 7 han detectado una anomalía en su mama tras simular previamente con Palpa.
“Si bien nuestro fin es que la mujer detecte a tiempo, estamos enfocadas en la mujer más joven -que es la que tiene menos riesgo y la que es poco probable que tenga un cáncer de mama- porque es mucho más probable que adopte un hábito a tiempo. El impacto que estamos buscando tener es un cambio cultural, un cambio de mentalidad entorno al autocuidado”, añade Cortés.
“El avance que está entregando una salud con perspectiva de género es que está poniendo los temas sobre la mesa para que dejen de ser tabúes”.
josefa cortés, diseñadora y fundadora de palpa.

En 2019, la ingeniera comercial María Jesús Cortés -hermana de Josefa- asumió la gerencia general de la empresa familiar de 60 años, la Óptica Gonzalo Cortés, creada por su bisabuelo. Con cuatro locales en la Región Metropolitana, hace dos años se aliaron con uno de los laboratorios de cristales más grandes del mundo, la alemana Rodenstock, para traer máquinas que miden la biometría del ojo.
“Hoy las ópticas están más enfocadas a la moda y la entrega rápida a través de Internet. Nosotros seguimos enfocados en la salud visual y hemos ido invirtiendo en tecnologías que permitan que la gente mejore su calidad de vida”, añade MJ. “En Santiago todavía hay mucho espacio para crecer en la tecnología óptica a través de la salud presencial”.
Durante la pandemia al ser un servicio esencial, pudieron seguir atendiendo, y con el cierre de las malls -y con ello, las ópticas en su interior- crecieron un 40%. “Muchas personas vinieron con nosotros y generamos toda una metodología para que decidieran quedarse como clientes”.
En entrevista con Forbes y desde sus própias áreas, las hermanas Cortés analizan la salud chilena y ponen en perspectiva la perspectiva de género.
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¿Cómo ven ustedes el avance de la salud en torno a una perspectiva de género? ¿Qué desafíos hay desde las áreas en las que cada una trabaja?
Josefa: En el caso del cáncer de mama, crear conciencia. No sólo en torno a esta patología, sino a otras como el cáncer del cuello uterino, la menopausia o distintas enfermedades de transmisión sexual que afectan directamente a la mujer. Lo primero es lograr que dejen de ser un tabúes.
Por el hecho de que fueran temas de mujer se transformaron en tabúes por pudor. Y nos perjudica a nosotras que la mujer no lo detecte tiempo. No es que no exista un examen y porque no se busque tratamiento, es que simplemente nunca se le enseñó. porque no se hace los exámenes correspondientes porque nunca se le enseñó.
El avance que está entregando una salud con perspectiva de género es que está poniendo los temas sobre la mesa para que dejen de ser tabúes. Se tiene que hablar con total naturalidad. Y no sólo en la comunidad femenina, también en la masculina. ¿Por qué? Un padre soltero que tiene una hija, imagino que esto también le causa mucho más interés que a una familia enteramente de hombres. Los hombres tienen un rol muy importante en la toma de conciencia de la importancia del autoexamen para ayudar e incentivar a que las mujeres se lo hagan. Además, esto no sólo nos afecta a nosotras. El 1% de ellos también puede padecerlo”.
¿Y en el caso de la visión, María Jesús?
MJ: Por nuestro lado, afortunadamente la visión es algo que afecta a ambos géneros por igual. Sí creo que lo que ha pasado con la perspectiva de género, es que han hecho que la mujer salga más a la luz y se preocupe más por ella misma.
En el caso de la oftalmología, nos hemos dado cuenta que las mujeres tienen mucho menos tiempo para tratarse y van posponiendo más aquello. Si ven un poco mal, se compran lentes en la calle, sin tomar conciencia de que hace pésimo. Sin embargo, son las primeras en la fila cuando sus hijos e hijas tienen un problema a la vista, y recién allí aprovechan de comentar que están viendo mal. La visibilización del autocuidado de la visión de la mujer en las industrias ópticas sigue muy plano todavía.
“Lo que ha pasado con la perspectiva de género es que ha hecho que la mujer salga a la luz y se preocupe más por ella misma”.
maría jesús cortés, CEO de ópticas gonzalo cortés.
¿Dónde debiera poner foco la salud chilena?
Josefa: La salud en general se ha enfocado mucho más en la detección temprana y en la educación, más que en el tratamiento mismo: Prevenir lo que se pueda prevenir, detectar lo que se pueda detectar a tiempo. Ese es el foco, por ejemplo, que le ha dado el Plan Nacional del Cáncer. Enfocar los recursos en educar a la población. Sí creo que se debe llevar esta educación a los colegios, mientras más jóvenes, mejor. Los hábitos trascienden a lo largo de la vida. Si la mujer no se hace la mamografía porque nunca se le enseñó y se espera que parta a los 40 años esta rutina, es muy difícil de montar ese hábito”.
María Jesús: Por nuestra parte, la óptica estaba poco cubierta. Por las Isapre y Fonasa tiene una cobertura, pero no es lo mismo que ir al ginecólogo y a la consulta médica sí. Comprar el anteojo es mucho más caro, si una persona no tiene cobertura complementaria, sale un dineral. Rodenstock hizo un convenio con Nueva Más Vida y las ópticas independientes para que las personas de dicha Isapre pudiesen ocupar los excedentes.
“Hay que dejar de ver a las ópticas como algo fashion. Es un área de la salud primordial, no es secundario”.
¿Cada cuánto uno debiese chequearse?
Josefa: En el caso de las mamas, una vez al mes, justo al término del período menstrual. Y desde los 40 años en adelante, una mamografía anual. Si hay antecedentes familiares de cáncer de mama, es mejor partir 10 años antes de la edad en la que la familiar fue diagnosticada.
María Jesús: En la visión, una vez al año, mínimo, para poder ir corrigiendo síntomas refractivos y evitar que se expandan.
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