Por primera vez desde 2020, hay una nueva mujer al tope de la lista de multimillonarios de Forbes.

Con una fortuna estimada en 101.000 millones de dólares, Alice Walton ha recuperado el título de la heredera de L’Oréal, la francesa Françoise Bettencourt Meyers, quien había ocupado el primer lugar desde la lista de 2021 y que ahora se ubica como la segunda mujer más rica del mundo (patrimonio estimado: 81.600 millones de dólares).

Hija única del fundador de Walmart, Sam Walton (†1992), Alice Walton es hoy 28.700 millones de dólares más rica que el año pasado, gracias a un aumento del 40% en el valor de su participación estimada del 11% en el gigante minorista, impulsado por la llegada masiva de compradores atraídos por sus “precios bajos todos los días” en medio de una inflación elevada. Bettencourt Meyers, por otro lado, es hoy 17.900 millones de dólares más pobre, después de que esas mismas condiciones de mercado hicieran caer casi un 20% las acciones del conglomerado de cosméticos que fundó su abuelo Eugène Schueller (†1957).

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Walton, de 75 años, es una de las 15 personas que integran el llamado Club de los US$100.000 millones —aquellos con fortunas de doce cifras— este año. Es la segunda mujer en alcanzar el estatus de centibillonaria, después de Bettencourt Meyers, de 71 años, quien lo logró en junio de 2024. Walton ocupa el puesto número 15 entre las personas más ricas del mundo, unos lugares por detrás de sus hermanos Rob Walton, de 80 años, y Jim Walton, de 76, quienes poseen fortunas de 110.000 millones de dólares y 109.000 millones de dólares, respectivamente.

Tras graduarse de la Universidad Trinity, en Texas, en 1971, Alice Walton trabajó brevemente como compradora de ropa infantil en Walmart, antes de trasladarse a Nueva Orleans para ser corredora de bolsa en E.F. Hutton. Volvió a Bentonville, Arkansas —el pueblo natal de su familia— en los años 80 para dirigir operaciones de inversión en Arvest Bank, el banco familiar, antes de lanzar su propia firma de préstamos y corretaje llamada Llama, con US$19,5 millones del dinero familiar. Cuando Llama cerró en 1998, Walton regresó a Texas y enfocó su vida en el arte.

Presidió durante una década el Crystal Bridges Museum of American Art en Bentonville, antes de ceder el cargo en 2021 a Olivia Walton, esposa de su sobrino Tom Walton. A Alice se le atribuye la fundación del museo, que se ubica en un terreno de 120 acres y cuenta con obras de artistas como Andy Warhol y Georgia O’Keeffe, tras darse cuenta de que no había nada similar en 300 millas a la redonda del pueblo de su familia. Casi la totalidad de los US$1.600 millones que costó abrir el museo en 2011 provinieron de fideicomisos a nombre de su hermano fallecido John Walton y su madre Helen Walton (†2007).

En la última década, Alice Walton ha incrementado su filantropía, destinando más de US$5.800 millones a cinco fundaciones familiares que han distribuido hasta ahora un estimado de US$1.700 millones de su fortuna. Esto incluye unos US$400 millones donados a través de la Fundación Familiar Walton —fundada por sus padres en el 25° aniversario de Walmart en 1987— a organizaciones enfocadas en la reforma educativa, el medio ambiente y el desarrollo de la región de Bentonville. También incluye más de US$500 millones invertidos por la Fundación Art Bridges, creada por Alice, para adquirir y prestar obras de arte estadounidense a más de 230 museos en todo el país, entre ellos el Art Institute of Chicago, el MoMA de Nueva York y la National Portrait Gallery del Smithsonian en Washington D.C., desde su fundación en 2016.

En agosto pasado, la Fundación Art Bridges anunció una donación adicional de US$249 millones para ayudar a financiar la nueva Escuela de Medicina Alice L. Walton en Bentonville, que busca “enriquecer la educación médica tradicional con artes, humanidades y principios de salud integral.” Está previsto que la primera cohorte de 48 estudiantes inicie clases en julio.

“Quiero crear oportunidades que ayuden a las personas y comunidades a cumplir sus sueños”, dice Walton, en una cita publicada en el sitio web de la fundación que lleva su nombre. “Es la alegría de mi vida y un privilegio poder hacerlo”.

Este artículo fue publicado originalmente en Forbes US