Estas plazas europeas están entre las que más encanto tienen y no son necesariamente las más famosas
Cuando llegamos a una ciudad, en ocasiones nos sentimos deleitados por el encanto de alguna de sus plazas. A veces por su tamaño; otras por su belleza y, en ocasiones, sencillamente porque nos deja embelesados su entorno o su ambiente.
En algunas listas de valoración de destinos de viaje, vemos quienes las encabezan o quienes se suben al podio, pero la variedad y el atractivo de algunas de las plazas europeas hace que sea muy difícil ponerlas en un orden concreto.
El simple hecho de que una plaza figure entre las elegidas, es motivo de satisfacción para la ciudad donde se asienta y para sus habitantes, así como punto de referencia obligado para todos aquellos visitantes que quieran descubrir los encantos de algunas de las innumerables urbes antiguas del Viejo Continente, enamorándose a menudo de ellas.
En muchas de las plazas europeas no solo desembocan las calles en un lugar espacioso, sino que además confluyen allí la belleza, la magia y otras cualidades que las hacen atractivas e inolvidables.
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Fueron consultados sobre las plazas que consideran con mayor encanto, y que no tienen por qué ser las más grandes, las más antiguas o las más famosas, y estos fueron los resultados.
Plaza Navona, Roma

Situada en el corazón de Roma, la plaza Navona es una de las plazas más famosas del Viejo Continente. Data de la época de los romanos, ocupando el lugar donde estaba el Estadio de Domiciano, un recinto con un aforo para 30.000 espectadores, aunque fue reconstruida en el siglo XV. Tiene tres espectaculares fuentes: Quatro Fiumi’, del Moro y Nettuno. La más curiosa y bella es la primera, obra de Bernini, y dedicada a cuatro ríos de los cuatro continentes conocidos en ese momento: el Nilo por África, el Danubio por Europa, el río de La Plata por América y el Ganges por Asia.
Piazza del Campo, Siena

Un poco más al norte, en la ciudad de Siena, a unos 75 kilómetros al sur de Florencia, destaca en esa urbe una de las pocas plazas medievales que se conservan en el Viejo Continente: la Piazza del Campo, considerada como una de las de mayor belleza de Europa. Con su peculiar forma de caparazón de molusco y con una inclinación de arriba abajo, hacia la Torre de Mangia, el gran edificio que la preside, los edificios palaciegos que la rodean tienen la misma altura mostrando un frontal muy uniforme. En esta plaza es donde cada verano tiene lugar la espectacular carrera de caballos conocida como Fiesta del Palio. Un festejo que se remonta al siglo XV y conmemora una batalla que los sieneses tuvieron con los florentinos en el siglo XII. En ella destaca la mencionada Torre de Mangia del Palacio Público y la Fuente de Gaia.
Trafalgar Square, Londres

En la ciudad de Londres aparece como un aro gigante Trafalgar Square, una plaza creada en 1830 para conmemorar la victoria de la armada británica frente a la española y la francesa en la Batalla de Trafalgar. En el centro de la plaza se alza, con 50 metros de altura, la majestuosa columna del almirante Horacio Nelson, fallecido mientras se encontraba al mando de la armada británica en esta batalla. Como en algunos otros sitios emblemáticos, los leones que rodean la estatua fueron construidos a partir del bronce fundido de los cañones de la flota francesa. Es una zona en la que se encuentra la National Gallery, la principal pinacoteca de la ciudad y, frente a ella, se sitúan dos grandiosas fuentes que se iluminan de noche. En la plaza también se encuentra la estatua de George Washington, regalo del estado de Virginia, que se encuentra situada sobre terreno importado desde Estados Unidos, ya que Washington juró no volver a poner un pie sobre suelo británico.
Plaza de la Ciudad Vieja, Praga

La plaza de la Ciudad Vieja de Praga es una muestra magnífica de la arquitectura medieval, inaugurada en el siglo XII, en la que destaca su reloj astronómico ubicado en lo que fue el viejo Ayuntamiento y junto a la iglesia de Týn. De este particular reloj, entre las 9 de la mañana y las 11 de la noche, al dar las horas exactas, surgen una figuras que representan a los 12 apóstoles y su esfera es expresión de la visión medieval de la astronomía, con la Tierra en el centro del universo y tres discos superpuestos que indican la hora en la República Checa, Europa Central y Babilonia. Es también un punto de encuentro de locales y foráneos ya que está muy cerca del atractivo y popular Puente de Carlos, también un icono de la ciudad.
Plaza de la Santísima Trinidad, Budapest

Surcada por el río Danubio, Budapest es la capital de Hungría y está formada por la integración de otras dos ciudades: Buda y Pest, situadas respectivamente en la orilla occidental y oriental del mencionado río. Ambas urbes tienen una dilatada historia y no se unificaron hasta 1873. Precisamente es en Buda, la zona más pequeña y alta de la capital, donde encontramos la plaza de la Santísima Trinidad, que está rodeada de edificios y monumentos históricos, como la Iglesia de Matías, el castillo de Buda y el Bastión de los Pescadores. También hay en ella una estatua icónica dedicada a la Santísima Trinidad que rinde homenaje a las víctimas de la peste bubónica de 1691. Como curiosidad complementaria, también se encuentra en la plaza, en el número 6, la Casa del Vino Húngaro (Magyar Borok Háza), que representa la totalidad de las 22 regiones vinícolas del país y tiene botellas de unos 700 caldos diferentes.
La Grand-Place, Bruselas

La Grand-Place es el sitio más sorprendente de Bruselas, capital de Bélgica. Escenario de acontecimientos festivos desde hace cientos de años, su arquitectura, junto con los edificios que la rodean, la convierten en una verdadera obra de arte. En ella se pueden ver preciosos edificios de estilo neoclásico como el Ayuntamiento o la Casa del Rey, construido en 1536, que ahora acoge el Museo de la Ciudad. Tomando la calle que sale a la derecha del bar le Roi d’Espagne, la Rue au Beurre (o Boterstraat, todas las calles están escritas en dos idiomas), se encuentra la Iglesia de San Nicolás, una bonita construcción de estilo gótico y a un paso del precioso edificio neoclásico de la Bolsa.
Praça do Comércio, Lisboa

En la Praça do Comércio de la capital portuguesa estuvo emplazado el Palacio Real, destruido por el terremoto de 1755; tras este, el Marqués de Pombal decidió reconstruirla en forma de “U”, con tres grandes edificios porticados que albergan algunos organismos gubernamentales, y algunos restaurantes y cafés, como el Martinho da Arcada, el más antiguo de la ciudad y antaño frecuentado por intelectuales. Se accede a ella pasando bajo el imponente Arco Triunfal de la comercial Via Augusta; en él podemos contemplar algunas esculturas, obras de Vitor Bastos, de portugueses notables como Vasco de Gama, el Marqués de Pombal o Nuno Alvares Pereira. Para obtener una buena panorámica de la plaza, la misma fuente indica que lo mejor es subir al mirador del Arco de la Rua Augusta, inaugurado no hace mucho y con una terraza espectacular.
Plaza de España, Sevilla

Ubicada en el parque de María Luisa, en pleno centro de Sevilla, se encuentra la plaza de España, creada para la Exposición Iberoamericana de 1929, de estilo renacentista y 200 metros de diámetro. Su característica principal son sus 49 bancos con mosaicos de azulejos que representan las provincias españolas que había en aquella época. También es de destacar su gran fuente en el centro de la plaza y el canal que circula en ella con varios puentes, donde es posible darse una vuelta en una barquita.
Plaza Mayor, Salamanca

A 215 kilómetros al noroeste de Madrid destaca la plaza Mayor de la universitaria y monumental ciudad de Salamanca, Patrimonio Mundial de la UNESCO, que se construyó en el siglo XVIII en estilo barroco, siguiendo el proyecto de Alberto Churriguera. Situada en el centro de la urbe, forma un cuadrilátero irregular con soportales por los cuatro costados, de tres pisos en cada fachada, presidido por el Ayuntamiento y que se ha convertido en lugar de encuentro de salmantinos, de los numerosos estudiantes americanos que cursan estudios en esa urbe y de visitantes de todo el mundo.
Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela

Más al norte aún, en Santiago de Compostela, capital de Galicia, nos encontramos la plaza del Obradoiro en su gran centro monumental. La Catedral, de fachada barroca, domina la plaza y da la bienvenida a los miles de peregrinos que llegan por el Camino de Santiago todos los años. También contemplan la plaza el Hostal de los Reyes Católicos, hoy parador nacional y antes hospital de peregrinos; el Colegio de San Xerome, sede del rectorado de la universidad, y el Palacio de Raxoi, sede del Ayuntamiento.