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Economía y Finanzas

Por qué la guerra en Ucrania se ha convertido en una oportunidad para la economía latinoamericana

La guerra de Ucrania ha tenido impactos negativos pero ha abierto oportunidades en Latinoamérica

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Este viernes se cumple un año de la invasión rusa a Ucrania, evento que ha tenido profundos efectos negativos sobre la economía mundial pero que en Latinoamérica ha favorecido al sector de las materias primas, con un incremento en las exportaciones agropecuarias, de gas y petróleo, pero también con la carestía de alimentos tradicionalmente asequibles.

La dependencia que tiene Latinoamérica de fertilizantes e insumos agrícolas en su mayoría importados desde Rusia y Ucrania aumentó los costes de producción de varios alimentos y encareció el coste de la vida en la región, dijo el economista y consultor financiero colombiano John Escobar.

Debido al conflicto entre dos de los mayores productores mundiales de fertilizantes, el precio promedio por tonelada de estos productos casi se duplicó de US$ 350 en 2021 a US$ 600 en 2022.

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El aumento de los costes, producto de la escasez, impactó en el sector agropecuario brasileño, cuyo producto interior bruto (PIB) cayó un 4,1% en 2022 tras haber crecido un 8,3% en 2021, según las proyecciones de la Confederación Nacional de la Agricultura.

El mayor coste fue el de los fertilizantes, de los que Brasil, con una baja producción, es el cuarto mayor consumidor mundial.

En Argentina, un país que importa cerca del 70% de los abonos que consume, las importaciones cayeron un 31%, a 3,1 millones de toneladas, pero los altos precios elevaron el desembolso económico.

También en Colombia los fertilizantes, a cuyos altos precios se atribuye en parte la subida de la inflación, que cerró 2022 en el 13,12 % (la cifra más alta desde 1999), han sido importados principalmente de Rusia (62 millones de dólares en 2021), aunque también de Ucrania en menor medida.

En Chile, el Gobierno tuvo que invertir 14.000 millones de pesos para entregar cerca de 12.000 toneladas de fertilizantes a más de 71.000 agricultores en todo el país para ayudarlos a salir adelante en medio del aumento de los precios.

La guerra “desbarató el mercado internacional de los insumos que son necesarios para los animales y los suelos que nos dan a todos de comer”, recalcó el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya.

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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los precios mundiales del trigo y el maíz alcanzaron máximos históricos en 2022, al igual los aceites vegetales, mientras los productos lácteos y la carne se encarecieron hasta niveles no vistos desde 1990.

Las exportaciones de materias primas y agropecuarias

Como en otras regiones, el encarecimiento de los alimentos empujó al alza la inflación en la mayoría de los países latinoamericanos.

Pese a los impactos económicos derivados de la guerra, también han surgido “varias oportunidades que algunos han sabido capitalizar, y otros no” en materia agropecuaria, explica el economista John Escobar.

Entre los que sí figura Brasil, cuya economía, la más grande de la región, terminó 2022 con récords en sus exportaciones (US$ 335.007 millones) y en su superávit comercial (US$ 61.800 millones).

El aumento de los precios de los alimentos en los mercados mundiales hizo que las exportaciones agropecuarias brasileñas crecieran un 36,1% el año pasado, hasta los US$ 75.050 millones.

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“Pese a todos los efectos negativos de una guerra como esa, Brasil fue uno de los principales beneficiarios de los nuevos flujos de activos globales”, dijo la economista Silvia Matos, investigadora de la Fundación Getulio Vargas (FGV).

Chile también experimentó alzas en sus exportaciones, que en 2022 llegaron a los US$ 97.491 millones, o US$ 2.762 millones más que en 2021 (+3%), con el carbonato de litio (esencial para las baterías) como el principal producto de exportación aparte del cobre, con embarques por US$ 7.763 millones o 777% más que el año anterior.

Los otros productos agropecuarios y minerales exportados que le siguieron en importancia al cobre y al litio fueron el salmón, yodo, abonos, cerezas frescas, nitrato de potasio y carne de ave, según un análisis de la Dirección de Estudios de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales con cifras del Banco Central y del Servicio Nacional de Aduanas.

En Argentina, los principales complejos agropecuarios —responsables del 63% de las exportaciones totales— incrementaron los ingresos un 8,5 %, hasta los US$ 46.461 millones, por la subida de los precios en los mercados internacionales, aunque las cantidades exportadas cayeron un 5,5%.

Pero a diferencia de Brasil, en Argentina el impacto positivo en ventas “fue superado con creces” por la necesidad de un mayor desembolso para pagar energía, fertilizantes y fletes, entre otros bienes, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, lo que se reflejó en el recorte a la mitad del superávit comercial en 2022.

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Oportunidades en energía

Además de las oportunidades en el sector agropecuario, algunos países de la región también han aprovechando la coyuntura para incrementar sus exportaciones de gas, carbón y petróleo, como Perú, cuyas ventas de gas natural licuado y petróleo se elevaron de media un 57,9% en 2022.

“El gas natural licuado ha tenido una variación del 85,9% de crecimiento”, destacó la jefa de ADEX Consulting en Perú, Lizabeth Pumasunco, quien señaló que el principal destinatario fue Reino Unido, con compras por valor de US$ 1.411 millones (un 89,86% más), seguido de Corea del Sur (un 136,10% más) y Japón (un 53,30% más).

También aumentaron un 36,15% las exportaciones del sector petrolero, con subidas, en el del aceite de crudo, del 75,7%.

En cuanto a los principales compradores de este derivado, Brasil, que importó por valor de US$ 259,1 millones (un 453,72% más), y Estados Unidos, que compró por US$ 249,9 millones (un 20,59% más), concentraron la totalidad de los envíos.

También Brasil y Colombia aumentaron las exportaciones de petróleo, cuyo precio se disparó en 2022 fruto del conflicto.

Según Matos, en 2022 Brasil tuvo ingresos fiscales récords por las exportaciones de petróleo y derivados, que supusieron el 2,6% del PIB.

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En cuanto a Colombia, la petrolera estatal Ecopetrol disparó su beneficio neto en los primeros nueve meses de 2022 un 150,1%.

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FORBES STAFF / EFE

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