A los 8 años Nicolás Pino lo tenía claro: quería ser piloto de autos y, cada vez que pudiera, elegiría el número 78, pues veía en las carreras al piloto brasileño Ayrton Senna con el número 77, y él quería ser el próximo. Un 18 de septiembre, tras comprar la comida para celebrar las fiestas […]
A los 8 años Nicolás Pino lo tenía claro: quería ser piloto de autos y, cada vez que pudiera, elegiría el número 78, pues veía en las carreras al piloto brasileño Ayrton Senna con el número 77, y él quería ser el próximo.
Un 18 de septiembre, tras comprar la comida para celebrar las fiestas patrias de Chile, Pino y su papá entraron a un karting, lo único que estaba abierto ese día. “Estaba justo debajo del supermercado. Me monté y, obvio, choqué, pero enganché de inmediato con esa adrenalina, la pasión, la velocidad”, recuerda el joven que actualmente tiene 20 años y es el primer chileno en llegar a la Fórmula E como piloto de reserva del Grupo Stellantis, y que también compite en la FIA World Endurance Championship (WEC).
Cuando aún tenía 8 años, el piloto comenzó a competir en campeonatos nacionales de karting. Iba todos los fines de semana junto a su familia a practicar, incluso cuando llovía, cuenta. Luego compitió en Argentina, Estados Unidos y tras un año ya estaba en Europa, donde vivió en Inglaterra y ahora reside en Madrid, España.
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En 2024 fue el piloto más joven en obtener el podio de las 24 horas en la European Le Mans Series, lo que le abrió la oportunidad de ser parte del programa de jóvenes pilotos de Stellantis. “Fue un año súper intenso, cuatro programas distintos, el programa de desarrollo como piloto de la Fórmula E, luego el campeonato del mundo de Endurance, junto a McLaren; y luego los de prototipos, el europeo y de Estados Unidos. Ha sido un camino muy intenso, de mucho aprendizaje, ya tengo la oportunidad de ser parte piloto titular del equipo y ojalá ya en 2026 pueda estar corriendo. Es especial porque ahora se está conversando para volver a traer la Fórmula E a Chile”, detalla Nico en entrevista con Forbes.

EL APOYO QUE NECESITA DE CHILE
Pero el piloto necesita apoyo. Para seguir en la Fórmula E requiere un equipo que incluye empresas, marcas y fanáticos, “como lo que pasó con Franco Colapinto, que de un día a otro logró levantar los auspiciadores y el apoyo de toda una nación para poder entrar a la F1 y eso en Chile no pasa. Hay muy poco apoyo para el deporte en Chile y, generalmente, van a los que ya lo lograron, en vez de apoyar a los jóvenes futuros. Faltan estos héroes también; el deporte representa valores que los niños siguen y hoy falta eso. Es todo fútbol generalmente, pero hay más deportes”, considera Pino.
“Hace falta un cambio de mentalidad. Es muy raro ver a deportistas que no tienen los recursos quedarse en Chile, porque no hay apoyo. A los emprendedores, gente con ideas nuevas, disruptivas, los intentan echar hacia abajo y tienen que empezar a buscar otras oportunidades. España es una cuna para talentos, es uno de los países con más deportistas, infraestructura y capacidades para poder formar estos talentos y eso falta en Chile, incluso, hay países mucho más pequeños que Chile que tienen una cantidad enorme de deportistas con programas para ellos”, agrega.
Y en el automovilismo hay pocas plazas. En el caso de la Fórmula 1 hay 20 plazas, y en la Fórmula E hay 22 “y es muy difícil poder conseguir una de ellas: una variable es el talento, el management, que uno esté conectado y, la otra, es el financiamiento. Como deportista uno representa a un país, y necesita espalda detrás, apoyo económico, político, fanáticos y esas variables son las que, finalmente, te abren las puertas”, dice Pino.
Para él, la esperanza es que actualmente el país tiene toda una estrategia de electromovilidad, con mucha conexión con lo que promueve la Fórmula E, lo que ve como un beneficio también para la nación al involucrarse y mostrar lo que se está haciendo.
“Uno no ve el automovilismo porque es elitista, se ve por las carreras, el show, innovación, tecnología; el tenis igual. Sí, son más caros pero, que sea elitista o no, no significa que no transmita los valores correctos para poder inspirar a las personas, porque eso es lo que hacen los deportistas: inspiran, transmiten valores y actualmente hace mucha falta eso en Chile. Uno ve a los niños de mi edad, están todos en TikTok con referentes que están bailando todo el día, perdiendo el tiempo, que no transmiten ningún valor, que es contenido desechable, lo ven y se olvida, entonces no son referentes verdaderos”, indica.

¿QUÉ LE GUSTA Y QUÉ NO A NICO PINO?
Irónicamente a Nico no le gusta manejar fuera de las pistas porque no soporta el tráfico ni estacionarse. No es algo extraño entre los pilotos, pues el 7 veces campeón del mundo en la F1, Lewis Hamilton, también ha dicho que prefiere no manejar fuera del deporte. Hamilton, por cierto, es uno de los pilotos que más admira Nico, al igual que Max Verstappen y las leyendas Ayrton Senna, Michael Schumacher y Bruce McLaren.
El piloto chileno se levanta entre 7 y 8 de la mañana, toma el metro de Madrid para llegar al centro de entrenamiento en el que está de 9am a 5pm. Luego regresa en metro a su casa, cocina, ve una serie o película y estudia un poco sobre tecnología, finanzas y startups, cosas que también le gustan. De hecho, si no fuera piloto, le hubiese gustado ser astronauta o emprendedor.
Competir es algo que le apasiona y la disciplina mental que ha tenido para manejar la presión del deporte es algo que requiere esfuerzo y que ha sabido enfrentar a pesar de su corta edad. “Dicen que uno pierde amigos, experiencias, juventud, no tuve graduación, me salí del colegio y empecé a estudiar online, pero viví otras experiencias. Me fui a vivir fuera solo, tuve que aprender otras cosas mas rápido, estoy haciendo lo que me gusta, voy conociendo otras personas. Hay sacrificios como tener que dejar la familia , tener que aprender a vivir solo, pero es una parte que, al final, todos en la vida tienen que aprender. Si me gustaria poder relajarme o echarme un rato, pero están las vacaciones de pretemporada y después sigo trabajando en lo que me gusta”, dice.
A pesar de vivir fuera desde muy niño, le encanta Chile. Aunque dice no tener el acento. Le gusta la empanada de pino, el pastel de choclo, las sopaipillas. Y el Desierto de Atacamay y la Patagonia son dos de sus lugares favoritos.
Y lo que más quisiera, o su mayor sueño a largo plazo es llegar a la Fórmula 1. “Si es que se da la oportunidad, yo más que feliz y la voy a tomar”, responde confiado.

