Estos millonarios han trascendido los deportes que han dominado y se han convertido en iconos mundiales

Por Matt Craig

El supuesto contrato que el circuito de golf LIV, financiado por Arabia Saudita, firmó con el golfista Phil Mickelson por US$ 200 millones es el más reciente y mejor ejemplo del valor que las ligas deportivas, las marcas e incluso los fondos soberanos le están dando a sus vínculos con los mejores atletas del mundo.

Y de ser cierta esa cifra —algo que el golfista no negó cuando se le consultó recientemente—, LIV Golf habría impulsado al estadounidense a unirse a unos de los clubes más exclusivos de todo el deporte: el de los deportistas que han ganado más de US$ 1.000 millones durante sus carreras.

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“Los deportistas son activos estratégicos de las ligas en las que juegan”, afirma David Carter, fundador de la consultora Sports Business Group y profesor de negocios deportivos en la Universidad del Sur de California (USC). “Antes eran simples empleados”.

Estos millonarios han trascendido los deportes que han dominado y se han convertido en iconos mundiales, lo que les ha abierto las puertas a oportunidades aún más lucrativas fuera de sus campos de juego.

Por ejemplo, el primero de la lista, Tiger Woods, obtuvo de sus habilidades para el golf menos del 10% de los US$ 1.720 millones que ganó en su carrera y el resto proviene de los enormes contratos de patrocinio que ha mantenido a lo largo de 27 años.

De quienes están en esta lista, solo LeBron James integra la lista de milmillonarios de Forbes debido a que aún mantiene una fortuna de por lo menos US$ 1.000 millones producto de las múltiples inversiones que ha hecho.

Sin embargo, la existencia de deportistas multimillonarios es un fenómeno nuevo, facilitado por el alcance cada vez mayor de los medios de comunicación modernos. A medida que la fama internacional de los deportistas más importantes aumenta, también aumenta la cuantía de sus contratos de patrocinio.

“Ninguno se hará multimillonario si no tiene una huella global”, afirma Carter. “Lo que es nuevo en la última generación es la inmediatez del vínculo mediático con la tecnología, el hecho de que la mayoría de los negocios en los que participan estos están asociados a una oportunidad global”.

Esta tendencia no muestra signos de desaceleración y, en los últimos años, los contratos deportivos que han batido récords han sido superados incluso antes de que se secara la tinta con que se firmó el contrato anterior. Dentro de poco, es posible que más atletas se unan a las filas de estos pocos privilegiados.

Estos son los deportistas que han acumulado más de US$ 1.000 millones a lo largo de sus carreras:

Tiger Woods: US$ 1.720 millones

Woods, de 46 años, fue, en su mejor momento, el deportista más prolífico de la historia generando patrocinios, por más de US$ 100 millones al año fuera del campo, y liderando la lista anual de Forbes de los deportistas mejor pagados del mundo durante una década consecutiva.

Cristiano Ronaldo: US$ 1.240 millones

El futbolista más goleador de la historia tiene más de 690 millones de seguidores en las redes sociales, lo que le permite obtener tarifas altísimas de patrocinadores como Nike, Herbalife y el champú Clear. Tiene inversiones en los restaurantes Tatel y en la app de fútbol ZujuGP, además de que sigue cobrando sueldos elevados sobre el terreno de juego con el Manchester United.

LeBron James: US$ 1.160 millones

Además del contrato vitalicio tiene con Nike y su contrato de US$ 41,5 millones con los Lakers de Los Angeles, la leyenda del básquet, de 37 años de edad, vendió en octubre pasado una importante participación minoritaria en su productora, SpringHill, valorada en unos US$ 725 millones. También participa en varias empresas a las que ha dado su apoyo, entre ellas la compañía de fitness para el hogar Tonal, que le ayudó a acumular una fortuna valorada en más de US$ 1.000 millones, convirtiéndose en el primer jugador de básquet activo en alcanzar esa cifra.

Lionel Messi: US$ 1.150 millones

El delantero argentino ha sido el deportista mejor pagado del mundo durante los últimos 12 meses, a pesar de haber sufrido una importante rebaja salarial al fichar por el Paris Saint-Germain desde el Barcelona en agosto pasado. En marzo firmó un acuerdo de US$ 20 millones con la aplicación Socios, que se suma a acuerdos a largo plazo que tiene con Adidas, Budweiser, PepsiCo y Hard Rock International. En Argentina tiene inversiones inmobiliarias, comerciales y en el mundo del vino.

Roger Federer: US$ 1.090 millones

A pesar de no haber jugado ningún torneo desde Wimbledon el pasado mes de julio, el tenista suizo de 40 años ganó más dinero fuera de las canchas —US$ 90 millones— que cualquier otro deportista del mundo en los últimos 12 meses. Es uno de los principales promotores de Rolex y Uniqlo y tiene una importante inversión en la floreciente marca de calzado On.

Floyd Mayweather: US$ 1.080 millones

En 2018, Mayweather ingresó el mayor pago individual en la historia del deporte cuando obtuvo US$ 275 millones por su pelea con Conor McGregor. Como maneja su propia promotora de boxeo ha obtenido ingresos por la transmisión, entrada, patrocinios, mercancía y acuerdos de TV internacionales en cada una de las cuatro peleas más rentables en la historia del boxeo.