La procrastinación no desaparece con la experiencia, la jerarquía o el éxito. Solo cambia de forma. Se disfraza de análisis interminables, perfeccionismo estratégico o prioridades urgentes. ¿Cómo atacarla?
Este sitio utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Al continuar navegando, aceptas su uso. Puedes deshabilitarlas desde tu navegador.